Hablar de València es hacerlo, innegablemente, de sus fiestas y gastronomía con carácter propio. Así, las Fallas y la paella aparecen en el imaginario colectivo como máxima representación de qué es ser valenciano, sobre todo cuando el mes de marzo despunta con su emblemático olor a pólvora entremezclado con el clavel bajo un cielo soleado.

No obstante, la crisis sanitaria de la covid-19 y, en consecuencia, las restricciones adoptadas por el Consell para revertir el índice de contagios obliga, por segundo ejercicio consecutivo, a suspender los actos de una festividad largamente esperada. En su lugar, las denominadas «No Fallas» prometen no defraudar a los miles de valencianos y valencianas que, aunque de forma telemática, podrán vivir unas fiestas josefinas atípicas, pero igualmente especiales.

Este es, también, el propósito de Levante-EMV, que ha organizado una «masterclass» en la que el aroma, la textura y los sabores de la paella serán los grandes protagonistas.

El cocinero Vicente Rioja defiende los fogones del tradicional restaurante Rioja, en el municipio de Benissanó

De este modo, el afamado maestro arrocero Vicente Rioja, cocinero del restaurante Rioja de Benissanó, impartirá un clase maestra el próximo domingo, 14 de marzo, en la que desvelará los secretos de la verdadera paella valenciana. La cita, que se celebrará a las 12:00 horas, podrá seguirse a través de las diversas plataformas digitales de esta cabecera informativa, como Facebook, YouTube y Twitter, así como en la página web de Levante-EMV.

Y es que, para disfrutar de este evento, que cuenta con el patrocinio de Arroz Dacsa, Milar y Carmencita, solo se necesita predisposición y un papel y un bolígrafo para recordar cada paso e ingredientes de esta popular receta, como el pollo, la «tavella» o el «rojet».

Pasión por el arroz 

Vicente Rioja es un cocinero valenciano al que la perseverancia y el talento duramente hacen justicia. Cuando tomó el relevo de su padre en el emblemático restaurante familiar Rioja, en el municipio de Benissanó desde 1924, lo tuvo claro. Así, la calidad no solo se refleja en su ambiciosa carta, de marcado carácter mediterráneo, sino también en su red de proveedores o en el mobiliario del establecimiento, entre otros aspectos.

Se trata de un local tradicional que combina el producto local y de mercado y que se reivindica a sí mismo en una sociedad cada vez más vanguardista.