Entrevista | Cantante

Vega: "No soy una máquina de hacer discos, mis formatos los cuido mucho"

Vega actúa este sábado en La Rambleta dentro de la programación de SON Estrella Galicia

Vega

Vega / SON Estrella Galicia.

Saray Fajardo

Saray Fajardo

Mercedes Mígel Carpio, conocida artísticamente como Vega, regresa a València. La artista, quien ya presentó su último disco el año pasado, actuará este sábado 10 de junio en La Rambleta dentro de la programación de SON Estrella Galicia, donde repasará sus veinte años de trayectoria musical

El sábado actúa en La Rambleta. ¿Qué puede encontrar el público en esta actuación?

Es un concierto de Vega. Eso tiene todas las connotaciones. Es un concierto en el que, obviamente, las canciones que voy a cantar están dentro del repertorio, no solo del último disco, sino también de los otros. Es un directo único. No hay ningún concierto igual que otro porque depende mucho del público. Depende del tipo de conexión con el público que tengas delante. Subirme tantas veces al escenario permite ir viendo, ir sobre la marcha. 

Lleva veinte años en la música, ¿cuál es la fórmula para mantenerse?

Yo creo que no hay fórmula mágica para mantenerse dentro de la industria. Hay unos requisitos, sobre todo para las carreras a largo plazo. Para una carrera a largo plazo, hablando desde mi experiencia personal, hay un trabajo y un talento. Tener buenas canciones es lo que sustenta todo. Luego, el mantenerse es una cuestión de mucho trabajo y mucho esfuerzo. Pero siempre con buenas canciones. Es fundamental que la carrera esté asentada sobre esas canciones, que llegan al público. Dentro de eso, hay momentos mejores y momentos peores. Hay que tener espalda para soportar las embestidas y para las batallas ganadas. 

En esos momentos duros, ¿en algún momento se plantea dejar la música?

Me planteo dejar la música todos los días de mi vida (se ríe). A partir de esa base, yo no lo digo ni lo anuncio porque lo que me reconquista de la música es la industria en la que vivo y el contacto en un directo. Siempre que pienso que voy a dejarlo, llega el concierto perfecto. Lo agradezco porque tengo un público maravilloso que me recuerda que está ahí. 

Es gratificante ver como el público ha sido fiel durante estas dos décadas...

No solamente es gratificante. En mi caso, soy plenamente consciente que durante los últimos diez años he hecho una andadura 100% independiente, con un sello propio. En los tiempos en los que empecé en La Madriguera Records podía parecer un suicidio. Es una empresa de autogestión independiente a todos los niveles. De repente, hacerlo entre dos personas (mi hermana y yo) teníamos todas las papeletas para habernos estrellado. Es gratificante ver que los mejores resultados de mi carrera vinieron durante los últimos diez años. Quiere decir que tenemos las ideas claras y trabajamos mucho. Es una carrera donde cada peldaño es importante. Creo que tengo la carrera que siempre he querido tener y que la sigo llevando como la he querido llevar siempre. 

Es evidente que tiene los pies en la tierra y sabe que esto puede ser una montaña rusa.

Total. Más que una montaña rusa, insisto en lo de las canciones. Es una montaña rusa si te quieres montar en ella y correr el riesgo sin tener lo que tienes que tener. Aún así, teniéndolo, es una montaña rusa. Hay días buenos y hay días malos. Hay que encajarlo. Hay que estar positivos. Tenemos un público fiel, que te respalda en la compra de entradas, en las ventas de discos. Mis discos me han colocado en el número 2 de los más vendidos y en el número 1 de vinilos porque hay un público. Soy una artista que tiene claro que hay que cuidar al público y que la forma de cuidarlo es poner en valor lo que hacemos para hacer un trabajo sostenible, cuidar a mis trabajadores y compañeros encima del escenario. Para mí, la cultura se paga. Cuando llevas 20 años, sufriendo también las embestidas, sabes que te montas en ella con una base sólida. 

Hace un año que publicó su último trabajo "Mirlo blanco". ¿Cómo ha sido la acogida de la gente?

Si nos fijamos en los números y las ventas, en términos estadísticos, han sido muy buenos. Luego están los términos de largo recorrido. Los discos ahora duran muy poco. La gente me plantea si voy a sacar un disco nuevo. Yo saqué en febrero un disco. No soy una fábrica de hacer discos. Mis formatos los cuido mucho, los trabajo como un todo y no me vale cualquier cosa. No estoy dispuesta a entrar en esa vorágine en la que todo vale y te autoexiges. Es un disco que está teniendo mucho recorrido. Un año después seguimos girando y seguimos teniendo a gente comprando los discos. Se sigue vendiendo, tocando en directo y siguen comprando entradas. Es un disco que te permite descubrir canciones nuevas. Eso es lo bueno que tienen los discos. A pesar de que la industria no quiera hacer discos que duren mucho, mis discos ofrecen un repertorio que puede variar con las vivencias de las personas en el tiempo. 

Es curioso que cuando un artista vuelve a una ciudad es porque presenta otro trabajo. En su caso, ya estuvo el año pasado en València y ahora vuelve. 

Todos los artistas tenemos claras cuáles son las ciudades que son claves en una gira. Una cosa es que sean claves y otra que repitas. En València, el público siempre me ha tratado bien. Este año es un poco complicado porque coincide con Les Arts y hay gente que me lo comentó. Son gente que ya ha venido a mis conciertos. Les digo que se dediquen a divertirse con cultura

¿Por qué le pusiste "Mirlo blanco"?

Tengo un poco de fijación con el tema de la reencarnación en animales. Me viene por una analogía que relaciona mi forma de entender la música con los mirlos. Son pájaros que tienen una identidad, no copian ningún sonido de la naturaleza ni copian a otro pájaro. Crean una melodía a lo largo de su vida y la van perfeccionando. Eso encaja perfectamente con mi sentir como autora y compositora. Además, vi realmente un mirlo blanco, que no sabía qué era y que es difícil de ver. 

En ese álbum, la canción "Bipolar" aborda el tema de la salud mental. Algunos artistas han empezado a visibilizar este problema. ¿Cree que están rompiendo con este tabú?

Que no haya ahora tabús a la hora de hablar, ayuda. En mi humilde opinión, creo que, aunque no es intencionado, si toda la esfera pública acaba pronunciándose al respecto, puede dar un mensaje equivocado. Es como mercantilizar la salud mental, decir que está de moda y hablamos de esto. Pero realmente es algo que le pasa a todo el mundo. Me encantaría que nuestras palabras no quedaran en un simple altavoz, sino que llegaran a las instituciones y la sanidad pública contratase recursos para atender a la población que lo necesita. Hay gente que pide créditos. Es muy duro de mascar porque es injusto. No está a la disposición de gente que lo necesita. Ojalá esa presión mediática llegue donde tiene que llegar y se destinen muchos más recursos para cuidar la salud mental. 

Volviendo a los orígenes, participó en la segunda edición de OT. ¿Cómo fue la experiencia?

Mis orígenes son con 15 años tocando en bares. Con 23, empecé de forma pública en OT. Lo que fue para mí, no tiene que ser lo mismo que piensen quienes lean la entrevista, pero fueron tres meses de mi vida y un primer peldaño. Aprendí muchas cosas sobre lo que es bueno y malo. Es como un máster para aprender a diferenciar qué quieres. La parte musical, el rodaje y la formación es una cosa que sucede fuera. Han pasado 20 años. No es el capítulo más importante de este trayecto. 

¿Repetiría o se presentaría a otro concurso?

No creo que me haga falta. Los concursos están para quien quiere intentar tener una oportunidad dentro de la música o para promocionar un disco propio. 

Vega .

Vega . / SON Estrella Galicia.

¿Y como jurado?

Me costaría mucho porque he estado en el otro lado. Entiendo perfectamente que cuando estás en un show de televisión, es televisión. Como cualquier show, busca audiencia y no se encuentra siempre con la excelencia musical. Aún así, muchas veces, se juzga para buscar esa audiencia. No sé mentir, no podría. ¿Quién soy yo para decir qué está bien o mal? A mí me dijeron muchas veces que había cosas que estaban mal y no iba a llegar a ningún sitio. Veinte años después estoy aquí con diez discos en el mercado. 

Comentaba que empezó cantando en bares con 15 años, ¿ya tenía claro que quería dedicarse a esto?

Para nada. Para mí la música siempre fue una forma de entretenerme. Llega un momento en el que mis amigas deciden que dé un paso. No es hasta el tercer disco cuando decido dedicarme a la música. Yo soy publicista. Mientras sacaba mi primeros discos, quería ser compositora de canciones para anuncios. Desde los inicios, encontraba cosas en la industria que no me gustaban (y siguen sin gustarme). Pero tomar la decisión de enfrentarme a ellas no fue hasta el tercer disco y no fue hasta el quinto cuando lo hice como quería con La Madriguera Records. 

¿Cómo se ve dentro de 20 años?

Yo tendré 64. No lo sé y no me gusta mucho pensar en dónde me veré. Seguramente estaré en un sitio que me haga feliz. No sé si la música estará o no estará. Si me hace feliz, seguiré dedicada a la música. Quiero suponer, pero la vida da muchas vueltas. Hay que disfrutar lo que estés haciendo hoy, hazlo bien, da lo mejor de ti y mañana es otro día. No miro tan lejos. No creo que deje de escribir canciones.