Un tranvía llamado deseo

Han pasado casi 80 años desde que el dramaturgoTennessee Williams publicara la obra «Un tranvía llamado deseo», con la que obtuvo el Premio Pulitzer en la categoría Drama en 1948. Esta adaptación regresa al Teatre Talia para hacer reflexionar al público sobre estos anhelos y las consecuencias que genera entre sus personajes. La obra se podrá ver hasta el próximo 8 de abril.  

"Un tranvía llamado deseo" llega al Teatre Talia.

"Un tranvía llamado deseo" llega al Teatre Talia. / Urban

Saray Fajardo

Saray Fajardo

Los deseos han movido, mueven y, probablemente, moverán el mundo en el que vivimos. En la sociedad existen muchos tipos de deseos. Hay deseos reales, conquistados, inventados, destruidos, buscados o envidiados. Sin duda, la vida es un camino de deseos.  

El dramaturgo Tennessee Williams supo recoger este anhelo en su obra «Un tranvía llamado deseo», con la que obtuvo el Premio Pulitzer en la categoría Drama el año 1948. Bajo la dirección de Jaroslaw Bileski, la historia regresa al Teatre Talia y se podrá disfrutar hasta el próximo 8 de abril. 

A pesar de que ya han pasado casi 80 años desde su publicación, esta historia, que se ha adaptado en varias ocasiones, sigue siendo un grito de socorro del individuo, que se encuentra perdido, inseguro, sensible e incapaz de cumplir sus deseos. Además, se encuentra condicionado, a su vez, por las expectativas depositadas en él -o creadas por él mismo- y por las obligaciones y deberes que le asigna la sociedad. 

En esta obra, los personajes se mueven motivados y estimulados por el deseo, aunque sea diferente en cada uno de ellos dependiendo del origen, la educación, la clase social de la que provienen, su familia o el oficio que ejercen. 

Por eso, los protagonistas representan dos mundos muy distintos. Por una parte, uno se dirige hacia el futuro, mientras que el otro se agarra al pasado, lo cual supone un enfrentamiento entre ambos en el seno de la familia. Todo ello ocurre en una sociedad aparentemente moderna, pero todavía llena de incomprensibles prohibiciones y supersticiones ancestrales, que provocan que un deseo de realizar las ambiciones personales, cuando estas son contrarias a la opinión moral de «la mayoría», se convierta en un problema social y un juicio inquisitivo.

«Un tranvía llamado deseo» está protagonizada por María Pastor, Alejandro Tous, Isabel Guardiola, Jose Di Ferri y David Ballesteros . Tous, que encarna a Stanley Rowalski, reivindica que esta obra «muestra la lucha de las emociones». En su caso, su personaje, en sus palabras, «intenta pasar por encima de todos y, a pesar de ello, la sociedad le premia». Por eso, el actor reconoce que se trata de una obra «impactante, que no deja indiferente a nadie». «Genera opinión entre el público, por lo que salen transformados», concluye. 

Suscríbete para seguir leyendo