El Valencia quiso nacer como Football Club y sus aficionados se enorgullecían de esa denominación. Popular era una de los cánticos de los años 20 de los seguidores, una copla que rezaba así: «Mamá, futbolista quiero ser y jugar en el Valencia Fe-Cé».

Con el final de la guerra civil, y con el fútbol ya convertido en el mayor espectáculo de masas del país, el nuevo orden franquista intenta frenar la proliferación léxica inglesa de un deporte cuyo mismo nombre ya es un anglicismo y que estaba trufado de palabras como «gol», «córner», «penalti» y «club». Se pretendía reforzar la unidad idiomática frente al nuevo enemigo de «la pérfida Albión».

El 20 de diciembre de 1940, las federaciones deportivas, intervenidas por el general Moscardó, obligan a los clubes a desterrar cualquier referencia anglófona en sus nombres, antes de dos meses y medio.

Se da la curiosidad de que el Valencia fue la última entidad en adoptar el cambio. Lo hizo en la víspera de la entrada en vigor del decreto, el 1 de febrero de 1941.

Con el aperturismo de 1972, el Valencia no siguió la estela de otros clubes y siguió siendo «Club de Fútbol». La teoría compartida por la mayoría de historiadores es que la denominación ya estaba plenamente asentada por aquel entonces en la masa social valencianista.

La responsabilidad queda ahora de parte de la propia entidad, para homenajear en el centenario el nombre fundacional del club.