Marcelino García Toral trasladó ayer un deseo. En medio de la crisis que sacude a un Valencia perdido en el laberinto de la ausencia de goles, el técnico pidió convertir el partido de esta tarde frente al Young Boys en una fiesta. Jugar la Liga de Campeones implica celebración y prestigio, la exhibición de un presente poderoso, asegura el entrenador. Convertir Mestalla en escenario de las grandes ocasiones, para el técnico, es un ejercicio de justicia «con unos jugadores que estuvieron diez meses peleando para ganarse ese derecho». Pero, por encima de todo, aislar durante 90 minutos el clima enrarecido por la crisis deportiva dará más opciones de ganar el partido. Y ganar el partido es un reto imperativo. Al Valencia le va la vida ante el conjunto de Berna.

«Solo contemplo ganar, no serviría para esto si pensase antes de un partido que no se puede ganar». Cualquier otro resultado, un empate o una derrota supondrían la virtual eliminación de la Champions y sumergería al club en una deriva difícilmente gobernable, con ausencia de ingresos y un panorama deportivo deprimente. Además, se espera que la Juventus venza en Turín al Manchester United para poder seguir aspirando a la segunda plaza que dé acceso a octavos.

La derrota frente al Girona después de probar 24 disparos dejó una reflexión desesperada en el vestuario. «¿Qué debemos hacer para ganar?», se preguntaban los jugadores, muy tocados en lo anímico. Para volver a ganar, Marcelino manifiesta una confianza ciega en su plantilla y en su ideario futbolístico. Y, del mismo modo, se siente respaldado en su cargo por la propia entidad. «Dentro del club solo percibo apoyo y confianza absoluta en nuestro trabajo, quizás porque desde la llegada en la pasada temporada nuestra forma de proceder e implicación es absoluta y la ilusión máxima y todo eso persiste. Incluso más dedicación que el primer día para buscar ahora soluciones».

En la balanza del club, a juicio del técnico, «se anteponen 18 meses de trabajo a dos meses». «Yo estoy igual de fuerte», proseguía Marcelino. «Para mí es un reto tratar de salir de una situación inesperada y a la vez estoy seguro de nuestro trabajo, del grupo que tenemos a nivel humano y profesional. Somos un equipo que pierde muy poco, gana muy poco, pero está mucho más cerca de ganar que de perder».

Con Guedes, pero sin Parejo

Al partido no llega Dani Parejo, a pesar de la rápida recuperación experimentada por el capitán en la lesión muscular en el costado. Sí que estará Guedes, que ayer regateaba preguntas sobre la dependencia del Valencia en sus galopadas. «Si soy el mejor o no, no me toca decirlo». Guedes llega tocado, al igual que Garay, Gayà y Coquelin, éste último debilitado tras un proceso febril. No hay excusas. Todos los equipos suizos que han visitado Mestalla perdieron y el Valencia debe seguir esa única estela.