«Va a estar bien, seguro, sin problemas porque en los entrenamientos él va viendo que el equipo defiende bien y está seguro», explica el exportero y ahora entrenador valenciano Andrés Palop sobre su colega Jaume Doménech, el meta que defiende hoy la portería del Valencia en la semifinal en Mestalla contra el Betis. «Jaume, además, tiene experiencia y va a estar más motivado si cabe porque sabe que va a jugar la final (el 25 de mayo en el Villamarín de Sevilla)».

Jaume Doménech (Almenara, 28 años) suma ya cinco temporadas en el primer equipo del VCF y, aunque casi siempre en segundo plano, acumula también experiencias de acapar todos las miradas. La Copa es su competición, como lo fue en la pasada campaña, cuando fue el héroe en la tanda de penaltis frente al Alavés en Mendizorroza en los cuartos de final (detuvo dos lanzamientos desde los 11 metros).

Dudas en los últimos partidos

La presión es tremenda para cualquier futbolista a las puertas de una final de Copa, pero mucho más para un suplente que juega de uvas a peras. «No me vi en una situación así, porque en las finales que jugué, con el Sevilla, era titular, pero sí la presión es doble para un suplente. Aun así, Jaume está preparado», explica Palop.

Las dudas de los últimos partidos proceden de dos acciones en las que el guardameta de Almenara acusó la inactividad: el gol de Jorge Molina en Mestalla al primer palo, perdiendo Jaume el sentido de la orientación, y el tanto olímpico de Joaquín en la ida del Villamarín, que también entró por el primer poste.

Las críticas, sobre todo en las redes sociales, no han hecho mella Jaume, que es una «roca» mentalmente, según aseguran en su entorno, aunque, lógicamente, sabe de los reproches recibidos por la hinchada a causa de esos errores y, asimismo, por el excelente momento de forma del portero titular, Neto, que, por otro lado, también arrancó con fallos claros la temporada.

Jaume ha conectado muy bien con la grada de Mestalla, porque vive los partidos como un aficionado más. La misma pasión. Expresivo, emotivo y con dotes naturales de líder que Marcelino ha sabido detectar y recompensar, el técnico asturiano no ha dudado en darle los partidos de la Copa del Rey: «Jaume es un profesional extraordinario, un capitán ejemplar y un jugador del Valencia en el que tenemos plena confianza».

«La ilusión de Jaume es más fuerte que todo», dice José Vicente Forment, exjugador del VCF en los setenta y primer entrenador de Doménech, cuando este era un niño, en el pueblo de ambos, Almenara. Forment habría preferido que Marcelino le hubiera dado algunos minutos más a Jaume antes de esta semifinal, como en la vuelta de la Liga Europa contra el Celtic, entre otras cosas porque Neto ha jugado con un dedo roto. «Jugar un partido cada cuatro meses es muy difícil», dice Forment, «y ya sé que el entrenador está a muerte con él, pero le podía haber dado algún partido más».

El pueblo de Almenara, donde Jaume se está construyendo una casa en las afueras, es tierra de porteros: allí murió Bert Trautmann, el soldado nazi que después se convirtió en estrella del Manchester City. La noche de hoy es para Jaume Doménech.