El director general del club, Mateu Alemany está valorando seriamente abandonar el Valencia CF por grandes desavenencias con el propietario del club de Mestalla, Peter Lim. Al parecer, se ha producido un gran distanciamiento entre Alemany y Lim por la gestión deportiva que le dio a conocer en la reunión mantenida en Singapur hace unas semanas.

Según puede contar Superdeporte, las diferencias son de raíz porque el propietario Peter Lim quiere tomar el mando de la planificación deportiva y esto ha provocado que Alemany y el director del área técnica, Pablo Longoria, hayan tomado la decisión de abandonar el club.

Decisión que puede reconducirse en los próximos días para que como mucho, ambos aguanten esta temporada. El entrenador del Valencia CF, Marcelino García Toral, está informado de todo y podría ser el siguiente.

El técnico dijo ayer que ahora mismo «todas las llegadas» de jugadores están paradas. Lim quiere recuperar la total potestad para fichar. El distancimiento ha quedado patente con el bloqueo del empresario singapurense del centrocampista del FC Barcelona Rafinha, a quien Alemany tenía prácticamente atado. Las diferencias también ha sido evidentes en el caso de Otamendi.

Si la marcha de Mateu Alemany se confirmase en las próximas horas, o días, el proyecto de Valencia CF quedaría al albedrío, otra vez, del dueño del club. El colapdo se produciría, precisamente, en el momento en el que la entidad de Mestalla goza de mayor estabilidad desde la llegada de Lim al Valencia CF en 2014 por 94 millones de euros, después de un largo y tenso proceso de venta de la mayoría accionarial.

El proyecto de Lim comenzó con buen pie, pues en la primera temporada el equipo consiguió la clasificación para la Liga de Campeones. Eso sí, antes se había producido una ruptura inesperada. El anterior presidente y principal valedor de Lim en el proceso de venta, Amadeo Salvo, se marchó del club al ver como el propietario colocó a Nuno Espírito Santo de entrenador, en vez de dar confianza a Juan Antonio Pizzi, en quien los directivos de entonces confiaban plenamente.

Mientras Nuno dirigía al equipo desde el banquillo, el popular agente de futbolistas Jorge Mendes lo hacía desde el teléfono móvil. El representante portugués era el encargado de todos los fichajes. El club invirtió una gran cantidad de dinero, pero en la segunda temporada el proyecto se estrelló. Nuno fue cesado en diciembre. Lim apostó entonces por su amigo Gary Neville, exfutbolista del United que ejercía de comentarista en Inglaterra, para tomar los mandos del equipo. El resultado fue un fracaso absoluto que casi lleva al Valencia a Segunda. Voro, de nuevo, tuvo que salvar al equipo. Tampoco funcionaría la apuesta por Pako Ayestarán a la siguiente temporada, ni por su sustituto, Prandelli, que dimitió semanas después de llegar. El Valencia CF era un polvorín. Hasta que Lim se dejó asesorar, fichó a Mateu Alemany y este a Marcelino, con el que ha construido el proyecto más estable que se recuerda esta década.

La reunión será hoy y se presenta transcendental para el futuro inmediato del Valencia CF, que puede volver a ser un polvorín.