La tarde del 11 de septiembre Albert Celades dirigió su primer entrenamiento al frente del Valencia CF. Las convulsiones de un cambio incomprensible, de manera especial por los propios jugadores, motivaron que el ex jugador de Barcelona y Real Madrid entrase en el vestuario con el cartel de «entrenador del dueño». Entre las escasas, casi nulas, explicaciones dadas por Meriton, apenas unas palabras de Anil Murthy adelantaban los planes para «promocionar» en mayor medida «a los jóvenes formados en la Academia» de la mano del ex seleccionar español en categorías inferiores. Dos meses después, al menos, Celades ha normalizado el entorno con una serie de decisiones que han difuminado la imagen de técnico en las manos de Peter Lim con la que, irremediablemente, se presentó en València.

Desde su llegada la gran obsesión del entrenador criado en Andorra ha sido la de conectar con los futbolistas. En las primeras semanas Albert Celades comprendió y respetó el 'duelo' por el que pasó un equipo que se quedó sin el hombre con el que, pocos meses atrás, se había clasificado para la Liga de Campeones y proclamado campeón de Copa. El cuerpo técnico ha primado el diálogo con un grupo de futbolistas con el que va de la mano, por ejemplo, en situaciones como la reestructuración del departamento médico o la readmisión de uno de los recuperadores físicos con los que han trabajado en perfecta sintonía en los últimos años.

Hasta el momento, el siguiente paso dado por Celades consiste en la meritocracia. A pesar de que en las últimas semanas la plaga de lesiones ha facilitado las elecciones del entrenador, el barcelonés ha intentado premiar los rendimientos y hacer jugar a quien más lo merece. Ejemplos como los de Manu Vallejo en el plano positivo y Thierry Correia, en el negativo, dan fe de ello. Transcurridos 14 partidos desde el cambio en el banquillo, tanto las circunstancias como la voluntad del ex seleccionador sub-21 de no generar traumas en la transición de estilos hacen que el Valencia siga jugando mayoritariamente con un sistema 4-4-2 y con los mismos referentes sobre el campo: Parejo, Rodrigo, Garay, Gabriel, Gayà...

Respeto ganado con decisiones

El cartel de 'entrenador del dueño' podía invitar a pensar en septiembre que determinados jugadores partían con ventaja en la cabeza de Celades. Jóvenes futbolistas como Kang In, al que Mateu Alemany y Marcelino, eran partidarios de cederlo o los últimos fichajes del mercado de verano, Mangala y Thierry Correia, que Peter Lim sacó adelante sin contar con la visión del anterior míster y director general, que preferían alternativas como Laguardia o el lateral del Nápoles Hysaj. Incluso, Gonçalo Guedes, la estrella que fichó Lim por cuarenta millones de euros y lleva largo tiempo sin brillar en Mestalla. Sin embargo, la realidad de los hechos ha sido muy distinta: En poco más de un mes, y antes de lesionarse del tobillo, Guedes ha ocupado tres veces el banquillo, las mismas que en las dos campañas pasadas. Mangala continuó fuera de las convocatorias hasta la rotura muscular de Diakhaby y sigue sin jugar porque su estado no es todavía el óptimo. Y frente al Granada Thierry se quedó sentado para que Jaume Costa jugase como lateral derecho. «No lo veo verde a Correia, pero a Jaume lo veo muy bien», dijo Celades.

Curiosamente, el técnico que debuta con el Valencia al frente de un equipo de club ha introducido en la rotación a dos jugadores fichados en el anterior proyecto a los que se les buscó salida en verano: Rubén Sobrino y Manu Vallejo. Los dos han sumado minutos, sobre todo el joven gaditano, desde la victoria en el estadio de San Mamés. Precisamente, frente al Athletic Guedes se quedó en el banquillo los 90 minutos. «Es parte de mi trabajo sacar el máximo rendimiento a todos. Gonçalo es uno más y vamos a intentar hacer lo posible para que tenga mejor rendimiento», comentó.

Por último, en cuanto a los jóvenes, Ferran Torres juega más del triple de los 238 minutos que acumulaba hace un año a esta altura de temporada. No obstante, el extremo acabó el curso pasado con más de 1.700 minutos y la progresión actual se fomenta también en la mejora física con un año más y los méritos hechos por el jugador en el campo. Asimismo, la cuota de minutos de Kang In ha aumentado, pero su peso es menor que el conquistado por Ferran en el equipo... un grupo al que Celades no cesa de agradecer su «compromiso» y donde deben exigirse «mucho más».