Un partido que parecía encaminado después del gol Gonçalo Guedes y las excesivas facilidades concedidas por el Elche para superar líneas y agrandar la renta acabó teniendo un final absolutamente frenético. El Valencia CF se llevó la victoria gracias a Cristiano Piccini y Jasper Cillessen. El italiano, al igual que hizo contra el Huesca en la temporada del centenario, hizo estallar Mestalla con un gol que aferra a su equipo a la lucha por Europa y que supuso la victoria tras el gol de Boyé que silenció al coliseo valencianista.

El portero neerlandés acabó de amarrar los tres puntos salvando un disparo en el último suspiro con una parada que evitó por escasos milímetros que el balón superase la línea de gol. El mismo Cillessen ya había salvado un mano a mano providencial contra Lucas Pérez en la acción previa al gol de Guedes. Los blanquinegros fueron mejores y tuvieron más ocasiones, pero estuvieron cerca de lamentar el hecho de dejar que los franjiverdes se metieran en un partido que podían haber cerrado muchos minutos antes.

Los primeros compases del partido fueron más bien contemplativos. Ninguno de los dos cogió la vitola de dominador del esférico y ambos trataron de llegar de forma directa, aunque con poca precisión en sus acciones. La primera clara correría a cargo del Valencia CF, que llegó al área ilicitana con una transición ofensiva que finalizó Carlos Soler, pero Edgar Badía repelió el disparo. Instantes más tarde fue Hugo Duro el que se sacó un remate de cabeza tras centro lateral.

Los valencianistas empezaban a hacerse dueños del encuentro aprovechándose de que el Elche le concedió unos espacios en la medular impropios del primer cuarto de hora de partido y una situación de cero a cero, que obviamente duraría poco. Y es que en el 22 llegó el minuto de oro de Cillessen, que detuvo a Lucas Pérez un mano a mano de forma providencial y en la siguiente acción asistió a Guedes en el primer gol del encuentro. El luso se reivindicó con una diagonal y una definición al palo largo imposible para Edgar Badía.

El gol no cambió el guion. El centro del campo tenía una presencia más bien testimonial en la elaboración y el Valencia encontraba con facilidad a sus atacantes por detrás de la línea de centrocampistas rival, aunque no acabó de estar acertado en el último tercio.

Muchas ocasiones falladas para el Valencia

El flujo de ocasiones se mantuvo estable para un Valencia superior sobre el campo y, de hecho, pudo ampliar la renta cerca del descanso, pero Maxi Gómez no acertó con el remate con pierna izquierda, que dio en un defensor ilicitano bajo los palos. Jaime Latre señaló el túnel de vestuarios para alivio de un Elche desdibujado y al que los blanquinegros pudieron penalizar mucho más. Los de Francisco apenas llegaron y siempre se toparon con Diakhaby, Guillamón y un Wass especialmente fino sin balón haciendo coberturas.

Con la reanudación no hubo cambios significativos. El Elche buscaba a sus delanteros sin suerte y el Valencia se sentía cómodo en el partido, aunque con algo menos de profundidad en ataque que en el tramo final de la primera parte. A pesar de ello, seguían siendo los blanquinegros los que trasladaban mayor sensación de peligro y estuvo cerca de ensanchar la renta a balón parado, pero Diakhaby no logró dirigir al remate a portería. Minutos más tarde lo rozó Hélder Costa con un disparo duro abajo que se topó con Badía.

Pasaban los minutos con los franjiverdes anestesiados y sin poder reaccionar viendo como los blanquinegros gozaban de las mejores oportunidades. Primero Guedes y luego Wass estuvieron cerca de aumentar la ventaja, pero seguían perdonando a un Elche que se acercaba con cuentagotas, pero con algún remate como el de Pere Milla pasado el 70 que dejaba bien a las claras que no estaban muertos y menos en el momento clave de ir a por el partido. Instantes más tarde, de hecho, Lucas Boyé penalizó esa relajación valencianista tras un error de Foulquier en la marca a la salida de un córner.

Piccini repite la historia

Después de encajar y superado el momento de shock, los valencianistas se pusieron las pilas para buscar una victoria que mereció por oportunidades. Y no pudo haber un mejor protagonista para rubricar la remontada que Cristiano Piccini. El italiano marcó tras una gran dejada de Mouctar Diakhaby a la salida de un córner que hizo estallar Mestalla.

El partido, no obstante, no estaba cerrado ni mucho menos, ya que el Elche quemó todas las naves tirando balones al área en busca del gol. Y lo rozó con una jugada tremendamente polémica, ya que Cillessen se volvió a convertir en el héroe del encuentro salvando un balón a escasos milímetros de entrar. Los ilicitanos pidieron la validez del tanto de forma enconada, pero las imágenes revelaron que el cuero no superó la línea por los pelos.