Ya son trece los años que han pasado desde aquel 25 de febrero de 2009 en el que se paralizó la actividad en las obras del Nou Mestalla. La falta de liquidez en el Valencia CF conllevó el cese temporal de una construcción que todavía no se ha retomado. El compromiso es que la cuenta no crezca más y la vuelta al trabajo tenga lugar a finales de este mismo año.

Vicente Soriano, entonces presidente del club, mantenía que el estadio estaría listo pronto. Sin embargo las grúas desaparecieron y solo quedó la colosal estructura de hormigón que sigue presidiendo la avenida de las Cortes Valencianas. En este tiempo no se ha reactivado la construcción y las novedades se han ido limitando a nuevos rediseños del proyecto: de la idea inicial de Soler se pasó a las propuestas de Llorente, Salvo y el propio Anil Murthy, cada una con distintos aspectos, materiales y aforos.La llegada de Peter Lim en 2014 se produjo con el teórico compromiso de poner fin al gran dolor de cabeza de la entidad, pero en todo el tiempo que ha transcurrido el aspecto de la estructura del Nou Mestalla no ha cambiado.

Ahora el escenario es diferente, pues el Valencia se encuentra al límite de perder los beneficios urbanísticos de la ATE. La Generalitat puso un plazo de 90 días para presentar la documentación definitiva para retomar las obras y esta llegará en marzo. A lo largo de este invierno ya tuvieron lugar las tomas de contacto para compartir el plan de reactivación de las obras con los 80 millones de la inversión de CVC. El Ajuntament de València quedó más satisfecho con el proyecto que la Generalitat, que insinuó que lo que había enseñado Anil Murthy se quedaba corto. El plan es empezar las obras del polideportivo de Benicalap en junio y las del Nou Mestalla en octubre para que el estadio esté listo para la temporada 2024/25.

El nuevo proyecto

La versión actual del estadio tiene un punto que genera desacuerdo entre las instituciones: la capacidad. El club trabaja con la opción de terminar las obras con un aforo similar al del actual Mestalla y ampliable a 63.000 espectadores en el futuro, algo que no convence a la concejalía de Urbanismo de Sandra Gómez. Anil Murthy, por su parte, insiste en que no va a ser un estadio ‘low cost’ y Ribó destacó tras la reunión que será sostenible.

El próximo paso es la reunión con la concejalía de Actividades, en la que Compromís está al mando. El jueves 3 de marzo tendrá lugar el encuentro con Lucía Beamud, la encargada de las licencias de actividades. La clave no está en esa cita sino en los documentos que el club tiene que hacer llegar a la Generalitat a lo largo del mes. Con ellos el Valencia espera conseguir que las condiciones de la Acción Territorial Estratégica no decaigan.Trece años después del cese de la actividad, el impulso económico de CVC puede ser el empujón necesario para que la actividad se retome. La situación con la ATE, sin embargo, está al límite.