A lo largo de las últimas dos décadas numerosos jugadores han vestido las camisetas de Valencia CF y Getafe CF. El Coliseum Alfonso Pérez y Mestalla han sido dos escenarios que han acogido multitud de reencuentros y escenificado caminos cruzados. Esta temporada, con la llegada de José Bordalás a Mestalla y el ‘rescate’ de Quique Sánchez Flores de un equipo a la deriva se ha aumentado ese ‘morbo’ ya característico en estos partidos.

Caminos cruzados en Getafe

El entrenador alicantino venía de ser uno de los mejores entrenadores del cuadro getafense, al que llevó a vivir grandes experiencias en Europa como eliminar al Ajax de Ámsterdam y a pugnar por entrar en Champions a través de LaLiga, forzando duelos de mucho nivel contra el Valencia CF por la cuarta plaza. El fútbol que propuso en el Coliseum casaba con la idiosincrasia valencianista, que le escogió para comandar su nuevo proyecto. Allí dejó un grato recuerdo y el sábado será la primera vez que pise el estadio getafense como entrenador visitante desde que se marchó.

Pero a rey muerto, rey puesto. Tras superar un pequeño impasse con Míchel González en el banquillo, Ángel Torres se encomendó a un viejo conocido para revertir la situación: Quique Sánchez Flores. Y como canta el Coliseum: «Bordalás te quise, pero ahora quiero a Quique». El extécnico del Valencia CF ha sacado a los azulones del pozo en su segunda estancia en ese banquillo. El sábado será rival, pero el vínculo de Quique con Mestalla es incuestionable. Fue lateral derecho blanquinegro durante años y entrenó también en la entidad valencianista, pero Juan Soler prescindió de él a pesar de tener al equipo metido de lleno en la lucha por las posiciones Champions, dejando una historia inacabada que todavía no ha tenido continuidad.

Los dos técnicos tienen similitudes a la hora de entrenar y, al contrario que otros técnicos de LaLiga, Quique sí defendió el estilo de Bordalás: «Siempre he defendido el estilo férreo y competitivo de juego. Mientras los resultados acompañen, cualquier estilo es válido».

No es el único reencuentro

El último día del mercado, el Valencia cerró la llegada de Hugo Duro, incomprensiblemente descartado por Míchel y que en Mestalla está demostrando ser un delantero de mucho nivel. El club tiene una asequible opción de compra para quedarse a un jugador que el sábado volverá a la que fue muchos años su casa.

Será un día de reencuentro también para Dimitri Foulquier, que para llegar a Mestalla procedente del Getafe primero hizo escala en Granada. En el cuadro azulón fue un jugador de la máxima confianza de Bordalás y cuando tomó las riendas del conjunto valencianista pidió su fichaje como jugador multiusos.

En el plantel getafense también está la presencia de un exvalencianista: Gonzao Villar, que se medirá por vez primera al Valencia CF desde que abandonó el club. Y no solo el murciano se medirá al que fue su equipo: Nemanja Maksimovic se marchó tras no poder hacerse un hueco en el centro del campo y Madrid explotó como futbolista precisamente con Bordalás.

Una relación que viene de lejos

Tiempo atrás también fue habitual ver jugadores cambiar Mestalla por el Coliseum y viceversa. El Valencia fichó de allí a Dani Parejo y su rendimiento fue altísimo. También Jaime Gavilán cuajó grandes tardes, incluso europeas, vistiendo la elástica del Getafe. O Raúl Albiol, que estuvo cedido allí. Paco Alcácer también empezó a foguearse en Getafe, mientras que Timor encontró su sitio en el Coliseum. El último traslado e Valencia a Madrid fue el de Jason.

Djené y Arambarri

Ángel Torres se mostró abierto a negociar una salida para ambos este verano en una entrevista en Ser Deportivos, en la que confesó que ambos renovaron bajo el compromiso de poder salir en caso de que llegue una oferta beneficiosa para las dos partes.