El fichaje de Edinson Cavani por el Valencia entra en su fase decisiva. El club de Mestalla ha acelerado las conversaciones con el objetivo de convertirlo no solo en el delantero centro ansiado por Gennaro Gattuso, sino también en el futbolista que represente la imagen del proyecto 2022-23 y devuelva la ilusión a los aficionados blanquinegros. Una señal de ambición competitiva como club después de tres años de letargo. Después de la salida de Gonçalo Guedes, al Valencia le urge la figura de un goleador, pero que también arrastre una aureola de celebridad, carisma y prestigio. Todos esos componentes se garantizan con el atacante, de 35 años, con una reputación contrastada en su dilatada trayectoria, entre otros, con el Nápoles, París Saint Germain, Manchester United y la selección uruguaya. Tiene reservado el 7, un dorsal con un gran peso específico en la historia moderna del club. Desde el Piojo López a David Villa, pasando por el mencionado Guedes, último referente como estandarte.

La contratación de Cavani avanza con lenta maduración, ante los distintos factores que deben coincidir para que cristalice, tanto a nivel económico como deportivo (con la salida obligatoria de Maxi Gómez), pero desde el Valencia se respira un discreto optimismo por la confianza expresada por el propio delantero uruguayo, de 35 años. Hay un acuerdo sellado desde el pasado lunes con Cavani, que continúa priorizando a la entidad valencianista por delante de los otros clubes que, en uno u otro momento, se han interesado en sus servicios, como el Villarreal, Real Sociedad, Elche y Niza.

La capacidad de persuasión de Gattuso ha sido una de las claves para tener el fichaje encarrilado, pese a la mayor potencia económica, y también atractivo del proyecto deportivo, de la mayoría de clubes que concurren para su incorporación. Cavani tendría en Mestalla la garantía de minutos para llegar rodado al Mundial de Catar, con el sugerente reto de participar de la recuperación de un histórico de Europa.

El entrenador italiano ha dejado claro a la presidenta Layhoon Chan que el esfuerzo inversor en el mercado de verano se debe realizar en el internacional uruguayo. El club ha cuadrado cuentas para poder satisfacer las exigencias mínimas salariales de Cavani, quedando únicamente pendiente la salida de Maxi Gómez. Una venta necesaria, no solo para oxigenar el «Fair Play», sino que también sería un requerimiento protocolario del propio Cavani por deferencia hacia un compañero de selección, con el que le une una buena amistad.

El papel de Lim

Por otro lado, existe también la posibilidad de que Peter Lim incrementase el fair play financiero con un aumento de 5 millones más, un cinco por ciento del presupuesto anual del club, el límite salarial de la plantilla. Una circunstancia que no haría al Valencia depender tanto de las salidas de Maxi hacia el Fenerbahçe y de Marcos André al Rayo Vallecano.