El Valencia iguala con el alma al Barça en un Mestalla entregado (1-1)

Un golazo de Hugo Guillamón vale a los blanquinegros para alcanzar los 20 puntos en la tabla, después de neutralizar el tanto de João Félix cuando el equipo más sufría

Pascu Calabuig

El empate a un gol frente al Barcelona en Mestalla, con goles de João Félix y Hugo Guillamón, le sirve al Valencia CF para alcanzar la veintena de puntos, uno más de los 19 con los que terminó la primera vuelta de la pasada campaña. Los valencianistas, no obstante, pierden un punto de renta con el descenso, ya que ahora son ocho después del triunfo del Celta este sábado frente al Granada (1-0). La realidad es que el Valencia continúa sin ganar en Liga. No lo hace en los últimos cinco partidos de Liga, en los que únicamente se han cosechado dos empates en casa con los vigueses y el Barça. Sin embargo, los aficionados se marcharon a casa orgullosos del espíritu de un grupo de jugadores que es de lo poco que queda en el club al que su máximo accionista, Peter Lim, ha destrozado y ha apartado de la grandeza que siempre acostumbró.

Más allá de estados de ánimo y resultados, incluso de la calidad de sus futbolistas, el Valencia CF se agarra a los partidos como pocos. Un compromiso competitivo por obra y gracia de Rubén Baraja. Así, los blanquinegros entraron a la hierba de Mestalla mucho más vivos que un Barça todavía aturdido por los tropiezos ante el Girona (2-4) y el Amberes (3-2). Y esa actividad estuvo a punto de encontrar premio en cuestión de segundos. Jesús Vázquez sacó de banda con pillería y Diego López dio rápidamente con Roman Yaremchuk en el área. Sorpresa en el once, el ucraniano remató a la media vuelta y solo la mano del alicantino Iñaki Peña se interpuso entre el balón y la red.

La intensa presión sobre los centrocampistas del Barcelona estaba dando frutos. Al cuarto de hora, un centro desde la derecha del batallador Fran Pérez hizo dudar al sustituto de Ter Stegen. Instantes después, el portero blocó un cabezazo de Cristhian Mosquera. Giorgi Mamardashvili, en cambio, no necesitó intervenir hasta el minuto 18 para repeler un disparo lejano de Robert Lewandowski. El Barça, sin embargo, fue sintiéndose mejor con la pelota para generar problemas. Mouctar Diakhaby, con el brazalete de capitán, se multiplicó en auxilio defensivo. Primero surfeó en el césped para bloquear un peligroso centro de João Cancelo y, más tarde, cuerpeó con Lewandowski para dificultar su remate cara a cara con Mamardashvili. El georgiano, de hecho, endureció las manoplas poco antes para neutralizar una volea acrobática del polaco. No menos importantes fueron las ayudas de Diego López en la izquierda. El asturiano le robó la pelota a Ilkay Gündoğan cuando el turco-alemán tenía el cañón preparado.

La primera mitad finalizaría mientras el Valencia volvió a desplegar las alas, en especial con un servicio envenenado de Fran Pérez, y el colegiado dio licencia a Frenkie de Jong para dañar los talones de Yaremchuk y López. Precisamente, el clarividente mediocentro neerlandés, que no vio ninguna amarilla por sus dos duras acciones, decantó la balanza en los primeros compases de la segunda parte. El ‘oranje’ teledirigió con el exterior de la bota un pase por encima de la defensa del Valencia. Raphinha reventó la espalda de Jesús Vázquez, que tácticamente sufrió muchísimo toda la noche, y le regaló el gol a João Félix (0-1, m. 54).

La diferencia de talento estaba desnivelando las fuerzas en un duelo de estilos en el que el árbitro, Miguel Ángel Ortiz Arias, también puso su grano de arena con un trato desigual. Si en el primer acto De Jong se marchó sin amarilla, tampoco la vería en el segundo tras una entrada muy brusca contra el tobillo de Yaremchuk

Cuando más estaba sufriendo Mestalla, que mantuvo la respiración en un paradón de Giorgi a Raphinha, el Valencia recobró la vida para alegría de los 45 000 espectadores. Un envío aéreo de Fran Pérez desde el flanco diestro lo recogió Hugo Guillmaón entre las dudas de los defensas culés para fabricar un auténtico golazo con el interior del pie. Peña no pudo alcanzar la escuadra (1-1, m. 70).

Con la lucha nuevamente igualada, Mamardashvili se disfrazó otra vez de héroe. El georgiano se enfrentó en el uno contra uno a Raphinha evitando con el pecho el 2-1 de los catalanes. Una acción en la que el Valencia requirió un segundo salvador. Yarek, que dio descanso a Jesús Vázquez, bloqueó un nuevo chut del brasileño, que se había quedado con el rechace relamiéndose mientras pensaba en el gol. Desde ahí hasta el final, los blanquinegros resistieron un asedio barcelonista incapaz de atinar en la diana mientras los soldados del 'Pipo' se dejaron todo el aliento que les quedaba.