Gran desafío en Las Palmas

El Valencia quiere mirar a Europa en casa del equipo de moda del campeonato, en una visita en la que no logra vencer desde un gol de Pablo Aimar en 2002 en el viejo Insular

Gran desafío en Las Palmas

Gran desafío en Las Palmas / Vicent Chilet. València

Vicent Chilet

Vicent Chilet

Al Valencia le espera un desafío sugerente en el estadio Gran Canaria. El equipo de Rubén Baraja medirá no solo su potencial, sino también su ambición, en la visita al equipo revelación del campeonato, un Las Palmas alegre y talentoso, tal como marca su propia tradición. Un partido atractivo en el que los dos contendientes llegan con el objetivo de mínimos virtualmente cumplido (la permanencia en Primera división) y con casi toda una segunda vuelta por delante para intentar alcanzar posiciones europeas.

A pesar de las bajas, que continúan siendo numerosas, a pesar del mal sabor de boca que todavía resiste del final del mercado de fichajes, el momento del Valencia es el idóneo. El conjunto blanquinegro acumula cinco victorias en los últimos seis partidos, ha ganado en confianza en los encuentros lejos de Mestalla. Tiene ante sí la oportunidad de distanciar a Las Palmas a seis puntos de distancia y empezar a abrir hueco con la parte media de la tabla.

No será fácil, casi nunca lo es en Las Palmas. El Valencia no vence como visitante desde el año 2002, en un triunfo sellado por Pablo Aimar (ídolo de Kirian Rodríguez, director del juego canario) y con el extremo croata Robert Jarni reconvertido a portero. El estadio en el que se juegó aquel encuentro ya no existe. Y el Nuevo Insular se le ha atragantado al Valencia incluso en años de bonanza deportiva, como en la etapa de Marcelino García Toral. El encuentro redobla su dificultad por las bajas conocidas del Valencia. Entre todas destaca la de Diego López, el auténtico catalizador del juego de ataque del Pipo. Por ritmo, potencia, calidad, intuición y polivalencia se había convertido en un jugador fundamental en los esquemas del equipo. Por contra, Baraja recupera previsiblemente a Sergi Canós después de tres semanas, se reserva la carta de Peter Federico por banda y recluta, de regreso de la Copa África, a Mouctar Diakhaby y Selim Amallah. La opción de Fran Pérez, la movilidad de Javi Guerra, bien por la izquierda o como enganche cerca de Hugo Duro, dan alternativas a Baraja.

Enfrente habrá un rival muy bien trabajado por García Pimienta. Al estilo alegre que siempre ha acompañado a Las Palmas, el técnico catalán ha dotado al bloque de mayor pragmatismo y variantes, también al espacio, redoblando su fortaleza defensiva. Los amarillos son el segundo equipo con menos goles en contra de todo el torneo (20), solo por detrás del Real Madrid. Por el contrario, le cuesta ver puerta, con únicamente 23 dianas, muy bien aprovechadas en puntos. Un parámetro que favorece al Valencia, de los equipos que menos ocasiones concede a sus rivales, salvo accidentes puntuales (Bernabéu, Villamarín y Metropolitano).

Un partido posiblemente muy vistoso para el espectador imparcial, que en su previa ha asistido al intercambio de elogios entre los dos entrenadores. «Es un equipo en forma», señalaba Baraja. «No solo tiene la pelota con criterio, sino que te atrae, te obliga a saltar a la presión y transita rápido. Además, por fuera tienen velocidad y definición», añadía. García Pimienta, por su parte, señalaba la mezcla de factores, futbolísticos, emocionales e históricos, que hacen del Valencia un rival peligroso: «Una afición de máximo nivel, con jugadores de mucho sentimiento, eso hacen que tengan esa posición en la tabla. Será un equipo más que exigente, un equipo muy solidario, que luego tienen calidad para jugar y salir a la contra».