El estadio, en el tejado político

La oposición alza la voz para presionar a Catalá a tomar decisiones sobre las fichas urbanísticas

Una imagen exterior del estado del Nou Mestalla, en la Avinguda de les Corts Valencianes. | F. BUSTAMANTE

Una imagen exterior del estado del Nou Mestalla, en la Avinguda de les Corts Valencianes. | F. BUSTAMANTE / pau pardo. valència

Pau Pardo

Una vez resuelta la contingencia judicial que confirma la caducidad de la ATE, las miradas al respecto de la finalización del Nou Mestalla se vuelven a centrar en el tablero político. Primero porque el Ayuntamiento debe redactar las nuevas fichas urbanísticas y segundo porque en el horizonte aparece una nueva fecha clave: el 3 de agosto, que se cumplirán dos años desde que el Consell decretase el fin de esta figura de planeamiento urbano y que, según una publicación en el DOGV, devolvería este asunto a la casilla de salida.

De no alcanzar un acuerdo político antes de este día, el Valencia recuperaría la edificabilidad perdida, pero también la obligación de construir el estadio que se planteó en el momento de la aprobación de la ATE -y que es superior al del último proyecto presentado-, según fuentes jurídicas consultadas por este periódico.

Y es que si bien en este documento del DOGV habla del levantamiento de la suspensión de las licencias una vez pase ese plazo de dos años desde que se caducó la ATE, también establece que para recibir las licencias se debe acreditar «el pleno cumplimiento de los compromisos y obligaciones» que establece la propia ATE y que pesan sobre su promotor (el Valencia CF) o que exista una garantía financiera suficiente para asegurar que se cumplirán «que determine el Ayuntamiento de Valencia».

En esta tesitura, desde los partidos de la oposición han alzado la voz para presionar a María José Catalá a tomar decisiones. Desde el Partido Socialista, Borja Sanjuán tildó de «falso dilema» el hecho de que el Valencia vaya a recuperar todos sus derechos urbanísticos en verano debido a que la pelota está «en el tejado del Ayuntamiento» que puede aprobar «lo que le dé la gana» e instó al partido que gobierna en el consistorio a responder a su pregunta «¿Qué quieren aprobar?», señalando que su propuesta es la de aprobar unas fichas y un convenio que sirvieran para evitar que Lim «estafara a la ciudad».

En la misma senda, Papi Robles desde Compromís también presionó al ejecutivo municipal, instándole a poner los intereses de la ciudad por delante de los de Peter Lim y de «aprobar un convenio con unas exigencias al club muy claras: Estadio de 5 estrellas (70.000 espectadores, parking de 3.500 plazas, etc...) y polideportivo de Benicalap de calidad», recordando que las fichas urbanísticas y el convenio son dos cosas que van ligadas y denunciando la falta de transparencia que están teniendo en este asunto. Asimismo, señalaron que su partido votará de forma favorable a un convenio que recoja estas obligaciones.