El camión de la empresa Carbe, adjudicataria del servicio de suministro de alimentos a comedores sociales e instituciones benéficas, llegó a primera hora de la mañana a las puertas de la central de Misión Evangélica Urbana en Ciutat Vella. Mientras descargaban los palés con miles de cajas de leche, bolsas de patatas, latas de atún, arroz, legumbres, aceite, galletas y otros alimentos básicos las familias necesitadas empezaban a formar en cola, con uno o más carritos de la compra a cuestas, a las puertas del centro.

Así arrancaba ayer el reparto de alimentos impulsado por el gobierno municipal de Rita Barberá para paliar las necesidades de las familias en crisis. En las colas se vio ayer a gente reviviendo la situación de las cartillas de racionamiento de la posguerra.

El operativo de la "ruta contra el hambre" lo forman 60 puntos de distribución. Participan Misión Urbana Evangélica con cuatro centros ubicados en las calles Roger de Flor, Quart, Agustina de Aragón y Alcalde Alborch; la Casa de la Caridad; el Banco de Alimentos -al que el ayuntamiento le ha cedido una nave en la calle Santa Cruz de Tenerife; y seis economatos de Cáritas más los 54 puntos de Cáritas parroquiales. La incorporación de esta última entidad al reparto de alimentos -cuyos responsables abogan más por las ayudas económicas y formativas que el reparto de comida- ha sido clave para llegar a todos los barrios.

La concejal de Bienestar Social, Marta Torrado, hizo acto de presencia a las 12 del mediodía. Tras saludar a los voluntarios y entregar algunos lotes de comida a los necesitados, la concejal compareció ante los medios para defender la medida que, en respuesta a las críticas de Cáritas ante el Consejo de Acción Social, dijo no es la única que ha puesto en marcha el consistorio. El presupuesto de Bienestar Social se ha incrementado en un 20% "para dar una adecuada respuesta a las necesidades de los ciudadanos". También reforzarán el personal para reducir las listas de espera de dos meses en algunos centros sociales. "Los casos más urgentes se están atendiendo", remachó.

El consistorio confía en llegar con el reparto de alimentos -que se hará una vez al mes a todos los centros colaboradores- a 3.000 familias. El presidente de Misión Evangélica Rafael Collado, aplaudió la medida porque "no somos capaces de atender la avalancha de gente que nos está llegando con la crisis". De 300 familias han pasado a atender a más de 700. Collado reconoció que "el reparto de comida está infravalorado". Algunas organizaciones asistenciales consideran superada esta fórmula y apuestan más por las ayudas a la formación y la integración como las aportaciones para pagar el alquiler o comprar libros escolares.

Con todo, Rafael Collado apuntó que en la actual situación de crisis "tan importante es poner en marcha programas específicos de ayuda como garantizar las necesidad básicas de alimentos".

El perfil de pobre y los reproches a Zapatero

El Ayuntamiento de Valencia destinará casi un millón de euros a comprar comida. La asignación se hace mediante una evaluación previa de los demandantes a los que se pide que justifiquen si tienen o no empleo, sus ingresos y gastos. Si dan el perfil, son citados para recoger el lote mínimo de comida con el que pueden cubrir sus necesidades durante un mes. El porcentaje de familias españolas en situación de pobreza ha subido hasta el 25%.

La concejala de Bienestar Social y diputada nacional, Marta Torrado, aprovechó el reparto de comida de ayer para cargar contra el Gobierno de Zapatero. Destacó que esta acción "supone una respuesta personal de la alcaldesa Rita Barberá ante las necesidades acuciantes de los ciudadanos por la crisis".

Torrado recordó que Barberá dirigió una carta al presidente del Gobierno en la que le proponía destinar un 0,7% de los fondos del Plan de Inversión Local -dirigido a la puesta en marcha de obras para generar empleo- a la compra de alimentos para los más pobres. "Pero ante la falta de respuesta de Zapatero, ni siquiera de acuse de recibo de la carta, la alcaldesa optó por impulsar esta medida con fondos propios municipales", añadió Torrado.