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Capítulo aparte merecen las "zonas VIP", con las que ya cuentan la mayoría de discotecas. El acceso tan sólo requiere la reserva previa y un mayor gasto económico.

En la discoteca Akuarela disfrutar de un reservado para cinco personas supone un desembolso de 160 euros e incluye la primera botella de alcohol mas ocho refrescos. Eso sí, la entrada es gratuita.

No todos los bolsillos están dispuestos a asumir este derroche. Las "zonas VIP" normalmente se llenan pero quienes las pagan disponen de mayor poder adquisitivo que la media ciudadana.

En las terrazas de Las Ánimas Puerto o Gandhara, es similar, un trato especial y adaptado a los deseos del consumidor cuesta 150 euros, con botella, refrescos sin límite y acceso de 4 personas al privado. Estas zonas además, están en las franjas privilegiadas de los edificios, beneficiándose de las mejores vistas. En la terraza l'Umbracle cada botella tiene un precio de 120 euros y va acompañada de 15 refrescos.

Es curiosa la diferencia respecto al modelo anglosajón, donde la cultura de la noche es mucho más rígida y restringida que la española. Allí el intento de acceder a un club sin previa reserva y compañía femenina es inútil.

Sin embargo, Londres se ha convertido en centro de ocio y marcha nocturna de Europa y es de allí de donde se ha importado las famosas "zonas VIP" que, ofrecen un trato personalizado y pretenden recrear ese prototipo de club londinense, imitado también por las discotecas de éxito madrileñas y catalanas.

Esta es parte de la oferta más exclusiva que encuentran ya los turistas extranjeros que vienen, bien en busca de la famosa "noche valenciana" o del modelo ese inglés que se ha implantado como consecuencia de su éxito en otras ciudades de moda.