El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, defiende en su carta de esta semana la "necesidad y urgencia" de que la escuela católica se convierta en la sociedad de hoy en un "regalo de esperanza para el mundo", y en un lugar "donde crecen los héroes y santos de nuestro tiempo", según informó el Arzobispado en un comunicado.

Según monseñor Osoro, el proyecto educativo de las escuelas católicas "se tiene que alcanzar en un ambiente impregnado de espíritu evangélico de libertad y de caridad, que favorezca siempre el desarrollo armónico de la personalidad de cada uno de los que a ella asisten". Estos lugares "son singulares para que surjan héroes y santos", y precisa que al referirse a "héroes" habla en el sentido cristiano, "que significa ser testigos", y no pagano.

Después de constatar "con tristeza" cómo "de los héroes y de los santos se habla como si fueran posibilidades del pasado", monseñor Osoro advierte de que es una "gran desgracia para esta humanidad vivir desde una concepción antropológica que se cierra a la dimensión trascendente". Por ello, considera "vital" para la sociedad "evitar la marginación de los héroes y santos".

"Una generación que silencia el heroísmo y la santidad por los motivos que fuere y que está obsesionada por resentimientos, igualitarismos exacerbados, negación de las posibilidades religiosas del hombre, es una generación que se destruye a sí misma, pues amputa algo para su existencia que es esencial", subraya el titular de la archidiócesis de Valencia, que considera que "para que surjan héroes y santos, es necesario aproximarles a quien describió lo que era ser hombre en toda su plenitud: Jesucristo".

"De ahí la necesidad" de la escuela católica en nuestra sociedad "para sanarla", insiste el arzobispo, porque "su tarea sigue siendo ayudar a todos los hombres a que vean, oigan, pronuncien y acojan lo que viene de más allá de sí mismos, lo que viene del Dios que se nos ha revelado en Jesucristo".

En su carta, el arzobispo de Valencia describe como "tremenda" la situación actual en la que "cualquier hombre que toma la palabra, decide la medida con la que se evalúa y se mide lo humano". De esta manera, "este hombre se convierte en la norma y cualquier otra forma de humanidad queda como si fuese una excepción". En una realidad así, continúa el arzobispo, "es difícil que queden espacios para los héroes y los santos, porque éstos son los que normalmente desbordan la humanidad hacia otras áreas de sentido, que en principio van más allá y se convierten en sobrehumanas".

Sin embargo, el ser humano "es criatura de Dios, creada a su imagen y con la misión de llegar a ser semejante a Él responsabilizándose del mundo", indica el arzobispo que, agrega que "es precisamente la historia, como espacio abierto por Dios a la capacidad creadora del hombre, donde el hombre se hace héroe y santo". En consecuencia, la importancia de que surjan hombres héroes (testigos) y santos", según monseñor Osoro, que exclama "\u00A1Qué mundo tan diferente haríamos con testigos y santos!".

Concluye su carta el arzobispo reiterando la necesidad de una escuela cristiana "para descubrir la generosidad de Dios, que hace salir el sol sobre todos y el perdón que ofrece a buenos y malos", que finaliza la misiva preguntando a los fieles de la diócesis "¿no seremos capaces los cristianos de regalar esperanza a este mundo, ofertando esta escuela, este espacio para que Jesucristo vaya engendrando héroes y santos?" .