En ocasiones los bomberos dejan aparcada por un momento la manguera para sofocar incendios o el hacha con la que derriban una puerta y se convierten por unos minutos en un preciso cirujano que con sumo cuidado debe extraer un anillo sin dañar el dedo de su portador. Eso sí, cada uno con sus herramientas, el médico con su bisturí, y en el caso de los bomberos, una radial.

Los bomberos del Parque Oeste de Valencia tuvieron que resolver ayer por la tarde uno de estos inusuales servicios. Un hombre de 47 años, vecino de Torrent, sufrió un accidente doméstico en su casa al aplastarse el dedo con una puerta. Como consecuencia del golpe el dedo anular se le inflamó de tal forma que era imposible extraerle un anillo que llevaba y que dificultaba la curación del apéndice de la mano.

El herido acudió al servicio de Urgencias del Hospital General de Valencia buscando una solución a su problema. Sin embargo, tras varios intentos infructuosos, los médicos desistieron y optaron por dejar la labor de quitarle el anillo a los verdaderos expertos: los bomberos.

Así, a media tarde de ayer el Parque Oeste de Bomberos recibió una llamada en la que se les informaba de que una persona requería su ayuda para extraerle un anillo atrancado en su dedo.

Por suerte para el afectado, en el citado parque se encontraba el cabo Leo Sala, especialista en aperturas de cerramientos, cerrojos, rejas y todo tipo de sistemas de cierre. "Tengo experiencia con las herramientas y para esto hay que tener muy buen pulso", explicó.

"Cuando nos han llamado a nosotros es porque se han dado cuenta que era el último recurso", apuntó este bombero. Al parecer, el anillo, que es de acero inoxidable, era demasiado duro para extraerlo con un bisturí eléctrico o un alicate. "Hemos probado con la sierra de mano pero era imposible", añadió.

"Lo primero que hemos hecho es refrigerar la zona y luego le hemos colocado un protector de plástico, por si se te va la mano", apuntaba satisfecho con el servicio prestado.

Los bomberos utilizaron una radial porque con la sierra metálica de forma manual "te expones a que los movimientos sean menos precisos".

Este no es el único servicio de este tipo que ha resuelto este cabo de bomberos. "Hace dos años tuve que quitarle las esposas a la víctima de un secuestro", recordó.