?

Las obras del metro de la Estación del Mercat han provocado "el descenso de unos doce milímetros de los edificios del entorno" de la plaza Ciudad de Brujas, según ha admitido la Conselleria de Infraestructuras, responsable de las obras. Un movimiento que estaba previsto por los técnicos de las empresas constructoras, Dragados y Pavasal, y que se ha controlado con un exhaustivo escaneo de los edificios (cada media hora) a través de sensores (una especie de trompetillas amarillas) instaladas en puntos estratégicos de la plaza.

Sin embargo, según advierte el arquitecto aparejador de la iglesia de los Santos Juanes "este descenso no se produce de golpe, no da un bajón y ya está, sino que el edificio va cediendo poco a poco, milímetro a milímetro, en un proceso muy lento". De hecho, hasta que no se estabilice y fragüe el hormigón inyectado a una profundidad de 52 metros "el edificio no se asentará completamente", según explicó este experto conocedor del templo del siglo XIV.

Tal vez no habría mayor problema si "todo el templo descendiera de manera uniforme", pero ocurre todo lo contrario. La parte del templo más cercana a la calle Vieja de la Paja y la plaza Ciudad de Brujas es la que ha experimentado esta "rebaja" en el subsuelo de 12 milímetros, pero el resto de la iglesia, sobre todo la fachada que recae a la Llotja y la plaza del Mercat, "permanece en su sitio" porque no se han detectado signos ni grietas, al igual que en la Capilla de la Comunión recayente a la plaza de la Comunión de San Esteban.

¿Por qué se produce estos movimientos de terreno? Una posible explicación puede encontrarse a 52 metros de profundidad. La Estación de Mercat se construye por la técnica del "Jet-Grouting" o tapón de fondo que consiste en inyectar una mezcla de cemento y agua (que los ingenieros llaman lechada) a mucha presión para mezclarla con el terreno y formar una especie de tapón por debajo de la estación sobre la que se asentará los más de seis pisos que se van a construir en el subsuelo: cinco para el aparcamiento y para los andenes y el túnel del metro. Los arquitectos creen que la inyección de esta lechada es la que podría haber desplazado el agua (el nivel freático está a 8 metros) y también el terreno del subsuelo.

El arzobispo pide explicaciones al conseller

El Arzobispado de Valencia presentó ayer un informe ante la Consellería de Infraestructuras en el que detalla los daños registrados en la iglesia de los Santos Juanes de Valencia ocasionados por las obras del metro que se llevan a cabo en el subsuelo, y pide explicaciones sobre las medidas de protección para evitarlos. El arzobispado expone la aparición en Santos Juanes de patologías debidas, sin duda, a las obras del metro: grietas en los parámetros verticales, con rotura de sillares; grietas en la bóveda; rotura de tejas en la cubierta; abombamiento del pavimento con rotura de losetas, y aparición de filtraciones de agua en el suelo y en las paredes. El arzobispado también pregunta por las medidas para reparar estos desperfectos e, incluso, si hay que llegar a limitar el acceso.