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Una carambola del calendario lleva a declarar fiesta en Valencia el 7 de enero

El 1 de mayo cae en domingo y el festivo pasa al día 2, que este año coincide con San Vicente Ferrer

El Ayuntamiento de Valencia ha decidido declarar fiesta local el día 7 de enero, el día posterior a la festividad de los Reyes. La coincidencia de fiestas el día 2 de mayo ha dejado libre una hoja del calendario y después de barajar varias posibilidades se ha optado por esta fecha, viernes y puente, para que los niños puedan disfrutar de los últimos días de navidades y de sus juguetes.

El anunció lo realizó ayer el concejal Félix Crespo, en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno Local. Crespo explicó que el Ayuntamiento de Valencia fija todos los años como fiestas locales el día de San Vicente Mártir (22 de enero) y el de San Vicente Ferrer, que depende de la Semana Santa y que en 2011 cae el lunes 2 de mayo.

El conflicto ha surgido cuando el calendario laboral nacional para el año que viene mueve la fiesta del 1 de Mayo, que cae en domingo, al día 2, que es lunes y que coincide con el día de San Vicente Ferrer. El solapamiento se ambas celebraciones obliga al Ayuntamiento a buscar otro día de descanso para mantener los 14 festivos del año.

Según explicó Félix Crespo, para resolver esta situación se han barajado varias opciones. Una de ellas fue el 25 de julio, día de San Jaume, que es lunes y hace también puente. El problema es que estaba muy cerca de las vacaciones y que "es una fiesta que poco a poco ha ido perdiendo el sentido tradicional que tuvo en su momento".

También se pensó en el 18 de marzo, viernes y víspera de San José, pero tampoco se aceptó porque "haría un flaco favor a los comerciantes". Hay que tener en cuenta, dijo, que si se decreta fiesta el día 18, los comercios estarían cerrados tres días consecutivos, con lo que eso supone para sus economías y para los visitantes que vienen a Valencia en Fallas, que tendrían todas las tiendas cerradas.

La última fecha barajada fue el 7 de enero, que es viernes, puente y día posterior a los Reyes. Existe el inconveniente de que es el primer día de rebajas y los comerciantes pueden verse perjudicados, pero Crespo explicó que al menos las grandes superficies pueden guardarse uno de sus festivos para abrir ese día. Por contra, a favor del 7 de enero pesa el hecho de ser la jornada posterior a los Reyes y así los niños "podrán disfrutar de sus regalos y de los últimos días de navidades".

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