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Antonio Sanchis, de 93 años, y Pepita Navarro, de 94, junto con sus hijas y el resto de vecinos que habitan en la carretera Font d'en Corts, en Valencia, han estado cerca de 21 días sin alumbrado público en sus calles.

Todo empezó cuando el 7 de octubre robaron el cable de cobre que lleva la corriente a las farolas de esta tranquila pedanía. Manuela, hija de Antonio y Pepita, cuenta como aquella noche subió a la terraza de su casa para disfrutar de los castillos de fuegos artificiales del 9 de octubre y observó que se habían quedado sin luz. Inmediatamente se pusieron en contacto con la compañía de electricidad, quien les remitió al Ayuntamiento.

Desde el consistorio les comunicaron que "aparecía una avería en el sistema", pero no supieron determinar cuál era. Pasaron varios días y la familia Sanchis Navarro volvió a llamar, ya que la situación continuaba estancada. En esta ocasión les informaron de que el vecindario había sufrido un robo de cable de cobre "o algo así" y indicaron que debía ser el ayuntamiento quien diera la orden de arreglarlo avisando a la subcontrata. El pasado viernes 22 de octubre la familia decidió presentar una instancia en los registros de la casa consistorial exponiendo los temores y la situación precaria que estaban viviendo los vecinos, la mayoría de ellos de avanzada edad.

"Estos días he tenido que coger taxi para ir a trabajar -declara Manuela- ya que el autobús pasaba de largo al no ver nada en la oscuridad. Otra vecina tenía que salir con una linterna a la calle y otra no salía de casa cuando anochecía porque no veía la cerradura de su puerta". Los vecinos no entienden la demora en los trabajos de reparación, que comenzaron el pasado jueves y se prolongaron durante dos días. "Nosotros pagamos la contribución como cualquier otro vecino de Valencia, si esto hubiese ocurrido en la Gran Vía se hubiese arreglado en dos horas".