Existen dos tipos de censura, la brutal y obscena, por un lado, y la sutil e invisible, por el otro. Francesc Jarque, fotógrafo valenciano con más de 30 años de experiencia, ha sufrido de las dos.

Ése es el motivo que da lugar a la exposición "Les dos censures de Francesc Jarque", que se inauguró ayer en la sala Gestalguinos de Valencia y que permanecerá hasta el próximo 11 de enero de 2011. Este breve recorrido -una decena de fotografías- por la obra prohibida del autor busca la reflexión y la concienciación acerca de la censura, muy presente aún en el mundo del arte y de la comunicación.

"Hay que hacer ver que la censura no desapareció con la dictadura franquista". Ejemplo de ello es que a Jarque le censuraron varias obras en la Universidad Politécnica en 2002 y todavía resuena el clamoroso caso de la exposición de la Unió de Periodistes que tuvo que ser retirada del Muvim el pasado mes de marzo. A este respecto, Jarque declaró que la actitud de Román de la Calle "fue muy digna" y que aquello fue sólo un ejemplo más "de la tiranía que existe, y que, esperamos, algún día deje paso a una verdadera libertad de expresión". Para Jarque, la solución a la censura no es otra que la protesta común de todos los agentes afectados. "No hay que tener miedo a exponer las propias ideas", dice.

La primera obra se la censuraron en el año 1973, durante la dictadura, en el Colegio de Abogados de Valencia: "El caballero con la mano en el pecho". Ya sea por motivos políticos o religiosos, han sido más de 20 fotos y alguna exposición entera las que en su día no pudieron ver la luz pública, o la vieron cortadas a través de las rendijas de la falta de respeto a la libertad de expresión.