Es deseable en un Estado de Derecho es que los Jueces sean lo más éticos y objetivos posibles a la hora de interpretar la letra y el espíritu de la Ley, pues tal y como anda la cosa pública, no estamos para tonterías, menos en la judicatura.

En el caso del concejal Jorge Bellver y el aparcamiento subterráneo –sin entrar en el fondo del asunto- junto a los jardines de Monforte, el juez Albiñana debería haberse abstenido de conocer el asunto, pues se entra en el campo de lo político, donde la parte procesada es un partido, el PP, que mantiene habitualmente una enemistad manifiesta con el PSOE, partido en el que ha figurado como destacado dirigente y cargo público, el hoy juzgador.

Albiñana, que entró en la judicatura por la puerta trasera del cuarto turno o juristas de «reconocido prestigio», no debería, desde el punto de vista ético, ejercer la jurisdicción en ningún punto del territorio autónomo valenciano donde él se significó tanto como socialista. Ésa es la excepción que legal y moralmente le correspondía para el caso que hubiera de darle salida profesional tras su paso por la presidencia del pomposo Consell preautonómico, de cuyas polémicas actuaciones, la gente que no vivió aquella época puede enterarse a través de las hemerotecas de los periódicos. Ejerciendo la jurisdicción en este territorio, por cuanto menos, el juez Albiñana debiera tener el tacto –la ética y la inteligencia- en su fuero interno, de abstenerse en los procedimientos judiciales que rozaran el ámbito de lo político o afectara a políticos, bien inquilinos o vecinos de su ideología y, más aún, adversarios a ella.

La razón principal es la moral, la ética. Y pareja a ella, la razón legal, muy importante en el estamento judicial, pues la ley es el corazón de toda actuación judicial, y la Justicia su alma, su conciencia.

El Fundamento de Derecho de toda abstención o recusación lo encontramos en la Ley 6/195 Orgánica del Poder Judicial, artículo 219 entre otros, y en el Título IV de la Ley 1/2000, de Enjuiciamiento Civil. Está claro que hay y ha habido, y parece que en el futuro habrá, una enemistad manifiesta entre el PSOE y el PP y en el debate jurídico no faltan razones para ver aquí motivo suficiente para la abstención o recusación.

Recusación que me extraña no haya pedido aún la parte defensora del ayuntamiento o del concejal Jorge Bellver, ni tampoco el Ministerio Fiscal, ante la inactividad en este sentido del propio Juez en abstenerse. Sería bueno solicitarla, con el fin de que el Tribunal Superior nos dijera, para tranquilidad de todos y el Estado de Derecho, si cabe o no cabe abstención y recusación. Sería un buen filtro y certificado de garantía, que ayudaría a despejar dudas y sentar legalidad.