El grupo Municipal Socialista del Ayuntamiento de Valencia presentará una moción en el pleno de hoy en la que insta al equipo de Gobierno municipal a reclamar a la Generalitat Valenciana 600 millones de euros correspondientes a la «deuda social» contraída en los últimos años. Según el portavoz socialista, Joan Calabuig, ese dinero corresponde únicamente a los apartados de Sanidad y Educación, o lo que es lo mismo, es el dinero que se debería haber invertido en los centros de salud y colegios que han sido anunciados y en algunos casos hasta presupuestados.

Calabuig explicó que hay al menos cinco centros de salud que no han sido construidos, además de 16 colegios públicos y diez institutos de enseñanza secundaria, déficit que mantiene a «miles de valencianos por debajo de los ratios medios nacionales de atención básica». En esa lista se incluiría, además, la nueva escuela de idiomas, proyecto paralizado pese a la alta demanda de este tipo de formación.

Preguntado por la oportunidad de reclamar esta deuda en tiempos de recortes, Calabuig aseguró que la construcción de infraestructuras puede servir precisamente «como palanca para salir de la crisis», siendo, además, elementos fundamentales para que las ciudades no se queden atrasadas. Recordó, así mismo, que esos 600 millones de deuda equivalen, por ejemplo, a los sobrecostes de la Ciudad de las Ciencias y son la mitad de la deuda de Televisión Valenciana.

Aún así, el portavoz socialista entiende la situación actual y sugiere que si no puede pagarse ahora, se reconozca oficialmente la deuda y se programe su devolución escalonada, empezando ya en los presupuestos de 2012. «Nosotros entendemos la situación y estamos abiertos al diálogo», dijo Calabuig.

Esta matización final no impidió, sin embargo, que el concejal de Relaciones con los Medios, Miquel Domínguez, arremetiera contra Calabuig para afearle que exija ahora cientos de millones de inversión «cuando nos han llevado (los socialistas) al peor contexto económico de los últimos años». Tras recordar la subida de los servicios básicos y los cinco millones de parados, Domínguez se pregunta «qué esperaban y qué esperan, dada la gravísima situación existente en todo el país».

Además del reconocimiento de la deuda social, el grupo Socialista llevará hoy al pleno otras dos mociones en la misma dirección. Una hace referencia a la paralización de la línea 2 del metro «después de años de trabajo y de molestias para los vecinos»; y la aplicación del impuestos sobre grandes patrimonios, que permitiría a la Generalitat Valenciana recaudar 100 millones de euros al año y dedicarlos a políticas de empleo, que, en su opinión, brillan por su ausencia.