Las arcas de los centros educativos no universitarios de la Comunitat Valenciana están bastante más saneadas de lo que se les supone. En el conjunto de los 1.650 colegios e institutos públicos se superan los 60 millones de euros depositados en sus respectivas cuentas bancarias. La Conselleria de Educación abona anualmente 50,8 millones de euros para los gastos de funcionamiento, por lo que disponen de un superavit de diez millones de euros.

Las transferencias de la Generalitat para que hagan frente al día a día, unido a la posibilidad de obtener recursos -a través de los ayuntamientos o por el servicio de comedor en unos casos-, la buena gestión del equipo directivo o la capacidad de ahorro han permitido a las direcciones de los centros educativos mantener un remanente, legitimo, que oscila entre los casi 445.000 euros de la Escuela Oficial de Idiomas de Castelló o los 2.500 euros del instituto de Secundaria Abastos de Valencia.

43 millones en infantil y primaria

Pese a los retrasos de la Conselleria de Educación en el pago del cuatrimestre para los gastos de funcionamiento que vienen sufriendo, el saldo de las cuentas bancarias es de 12.795.969,29 en el caso de los institutos; de 43.663.378,19 euros, en el de los colegios de Infantil y Primaria y otros 3.721.933,18 en el de la Educación Especial, Formación de Adultos o Escuelas de Idiomas, según informaron a Levante-EMV fuentes conocedoras de primera mano de la gestión económica de estos centros. En total, 60.181.280,66 euros.

Estas cantidades específicas lo son a 31 de diciembre de 2010, ya que es a finales de cuando colegios e institutos públicos están obligados a enviar a la conselleria su estado contable. El montante acumulado entonces fue sin incluir el último cuatrimestre de los institutos, ya que Educación a esa fecha no había pagado los gastos de funcionamiento correspondientes.

Una norma revisable

Los centros pueden disponen de cuentas corrientes desde que en 1995, la conselleria -entonces gobernada por el socialista Joan Romero- publicó la orden, aun en vigor, por la que se delegaba en los directores determinadas facultades ordinarias para contratar servicios y se aprobaban las normas que regulan la gestión económica.

Así, los equipos directivos pueden disponer de un remanente para, en caso de necesidad, llevar a cabo pequeñas inversiones o reparaciones puntuales. Con esta orden, presumiblemente revisable, Educación delega en los responsables de los colegios o de los institutos "facultades ordinarias en materia de contratación de los suministros de agua, gas, combustible, energía eléctrica y teléfono" a la vez que "en aquellas materias en las que los centros estén autorizados para efectuar el gasto".

La norma establece que los fondos se librarán mediante órdenes de pago de carácter cuatrimestral a la cuenta corriente de cada centro escolar. Las cantidades serán fijadas por a Dirección General de Centros.

Constituyen ingresos para los colegios e institutos: Los fondos que libra, mediante órdenes de pago, Educación en sus diferentes conceptos con cargos a los presupuestos anuales. Las aportaciones de otras conselleries, corporaciones locales y entidades públicas; los fondos por donaciones y legados; los derivados de la venta de bienes y prestaciones de servicios, los gravados por las tasas y precios públicos y el saldo final de la cuenta de gestión del ejercicio anterior.

Sin cobrar el dinero del

segundo cuatrimestre

Los problemas financieros de la Generalitat valenciana también están afectando a los colegios e institutos públicos que ven cómo la partida que la Conselleria de Educación les debe ingresar cuatrimestralmente para los gastos de funcionamiento no les llega.

La situación, siendo apurada para los centros que no tienen un remante, puede ser sostenible si se tiene en cuenta el ahorro de que disfrutan por su gestión.

Por cada cuatrimestre, las escuelas de Infantil y los colegios públicos de Primaria ingresan de Educación, en su conjunto, 4,8 millones de euros; mientras que los institutos de Educación Secundaria y los centros de Educación Especial, reciben 11,9 millones. De momento, se les debe el segundo ya que el tercero se cobra vencido.

Aún así, los retrasos en recibir los gastos de funcionamiento provocan muchos problemas porque en ocasiones suponen, como han comentado los directores, "que no haya ni para subir la persiana".

Obras que no se realizan o ahorro de fotocopias así com mayor control del gasto en luz o agua son algunos de los problemas de los institutos, mientras que en los colegios se piensan dos veces el renovar el material escolar. Los directores se reunirán para abordar el problema en breve.