También en enero fui destinado a Valencia teniendo que retrasar mi toma de posesión a causa del fallecimiento de mi padre el día 18. Por ello, y por ser mi primera salida de casa, mi llegada a estas tierras no fue alegre, con gran pesar y mucho recelo.

Traté de olvidar con el trabajo y lo conseguí, no por mi esfuerzo, por la amabilidad y cortesía con la que me trataron mis compañeros de trabajo y personas que me iban presentando.

Todo el mundo se esforzaba en darme a conocer las glorias de Valencia, y éstas me entusiasmaban. Lo agradecía muchísimo. Nunca lo olvidaré. Esta experiencia motiva que tenga la osadía, con la seguridad de que obtendré por ello su perdón, de recordarle una gloria valenciana que seguro conoce mejor que yo pero que tuve la fortuna de vivir.

Valencia, año 2003, día 22 de enero, festividad de San Vicente Mártir. Apertura del Año Santo Vicentino, con motivo del XVII centenario del mártir. Yo no tengo palabras para narrarle lo que en Valencia ocurrió, hay que verlo para creerlo. Pero puede darse perfecta cuenta de lo que sucedió viendo el ejemplar de Paraula del 28 de enero de 2003 e informarse con don Jaime Sancho y don José Verdeguer, que están en alguna foto durante la festividad. Sería maravilloso que reprodujeran ese ejemplar de Paraula este año, que es tan especial para San Vicente.

¿Qué tiene de especial? Tiene una pequeña historia. En la organización del Año Santo Vicentino, sus devotos y asociaciones vicentinas del mártir pusieron su granito de arena, y finalizado éste se propuso la celebración de los años santos con las normas de Compostela, es decir, celebrar los años jubilares en los años en que la festividad del mártir, 22 de enero, fuese domingo. La idea cuajó, pero no se realizó, quizás estaba muy próximo el año 2006 y la celebración del 2003 había costado mucho trabajo. Luego vendría el 2012 y resulta que ya estamos en él. Por eso, para mí es una festividad muy especial aunque no se haya logrado su celebración como año santo. Creo que merece la pena que se haga algo extraordinario en su honor.

¿Qué se puede hacer por la gloria de San Vicente Mártir? Usted conoce perfectamente la historia del conjunto de San Vicente de la Roqueta. ¿Cree que es justo estar tanto tiempo para encontrarle una solución? Sí, ya lo sabemos, no es propiedad de la Iglesia, pero puede serlo, y ése es el deseo de muchos devotos, entre los que se encuentran estas dos asociaciones vicentinas del mártir, La Cofradía de San Vicente Mártir de la provincia de Alicante y la de Amigos de la Vía Augusta de la Comunidad Valenciana, que con todo respeto solicitan de usted que el día del patrón de Valencia exponga al pueblo valenciano su criterio de admitir o no la cesión del monasterio de San Vicente Mártir para lograr que, junto a la glesia, perpetúe la memoria del mártir. Ello acabaría con las angustias de tantos devotos que sólo piensan en posibles soluciones para lograr este fin. Si no es posible, lo acataremos. ¡Todo es por bien!, decíadon Vicente Castell, y si lo acepta, tendrá el apoyo de todos los valencianos. ¡No lo dude!

Perdone nuestra osadía y gracias por su perdón.