Las más de 12.500 personas que están inscritas en la Asociación de Antiguos Alumnos de la Universitat Politècnica de Valencia (UPV), de carácter privado y que cobra 39 euros anuales a cada abonado, se han visto afectadas por el conflicto que mantiene la entidad con la institución académica tras la decisión del rector Juan Juliá de rescindir el convenio suscrito hace veinte años.

El rectorado de la Politècnica, con el respaldo de su Consejo de Gobierno, ha concluido la relación con esta organización y le ha dado el ultimátum de desalojar durante el mes de febrero el local que utiliza gratuitamente en las instalaciones del campus universitario. Tras una sentencia judicial, también han concluido las ventajas -uso de pistas deportivas o del aparcamiento- que sus asociados venían disfrutando.

De hecho, con el comienzo este mes del cobro de las pistas deportivas para el personal docente y administrativo de esta universidad -en septiembre pagarán los alumnos- el colectivo ha comprobado cómo los servicios a los que podían acceder con el carnet de socio de antiguos han quedado también rescindidos.

Desde el rectorado explicaron ayer a Levante-EMV que los afectados pueden darse de alta en el nuevo Servicio Alumni-UPV, que es oficial y gratuito, o pagar como las personas de fuera de la institución académica.