El presidente de la Cofradía de Pescadores de Valencia, José Ramón Domingo, se ha dirigido a las tres administraciones, además del Puerto de Valencia y el Consorcio Valencia 2007, para comunicarles que se encuentran "al borde de la extinción" y reclamarles un nuevo puerto.

En su escrito recuerda que la vieja lonja del pescado fue demolida para construir el edificio Veles e Vents y que sus barcos fueron trasladados provisionalmente a "un estrecho recinto" junto a la base del China Team y el tinglado número 5 "que apenas tiene cabida para las embarcaciones".

Como consecuencia de esta situación, los barcos dedicados al pescado azul dejaron de entrar y perdieron los 30.000 euros que les dejaban de beneficio, cantidad que fue compensada por el Consorcio Valencia 2007 abonándoles una indemnización de 62.000 euros por los 2 años que, supuestamente, iban a permanecer allí.

Sin embargo, ya llevan más de seis y ni el consorcio ni el puerto acaban con esa situación de provisionalidad, lo que unido al precio del combustible y la competencia exterior les ha colocado al borde de la desaparición.

Para evitarlo, han solicitado renovar el convenio con el Consorcio y que les pague con carácter retroactivo las indemnizaciones. También exigen que se ultimen los trámites administrativos para construir un nuevo puerto. Sólo así podrán desarrollar su labor de una manera "profesional y digna".

Paralelamente, la Cofradía de Valencia ha denunciado la intención del Gobierno de extraer arena de aguas profundas, lo que alterará los fondos marinos y acabará con los caladeros.