Los operarios comenzaron ayer a desmontar los andamios que han cubierto al fachada principal de la Basílica de la Virgen durante ocho meses. De esta manera concluyen 14 años de obras para rehabilitar el templo mariano de forma integral. Una obra que ha costado 11,7 millones de euros financiados por el ayuntamiento, la diputación, la Generalitat Valencia y donativos.

La tercera fase de las obras finalizó la semana pasada, aunque la Fundación para la restauración de la Basílica los mantuvo algunos días más para que no quedara nada en el tintero. Sin embargo, con el problema de la instalación del toldo estancado -los vecinos de la finca opuesta a la Basílica se niegan a que el entoldado esté anclado a la finca- y con las obras finalizadas, los operarios comenzaron ayer a desmontar la gigantesca estructura para que la obra faraónica se vea en todo su esplendor. Y es que el esfuerzo ha valido la pena.

Los vecinos y turistas pueden observar ahora un templo que recupera su color original -almagra suave y arena- y que cuenta, en su interior y en su estructura con una rehabilitación integral que hará historia. La tercera fase de las obras ha corrido a cargo de Jorge Amigo y Jaime Martínez.