Los científicos de la Fundación Entomológica Torres Sala rechazaron ayer la solución acordada el pasado martes con el Ayuntamiento de Valencia, que determinó que la colección de invertebrados que albergaba el Museo de Historia Natural de Valencia pase al Museo de Ciencias Naturales en el Jardín de Viveros a la espera de que las administraciones públicas dispongan de capital para reubicar la colección en el pabellón de primates del antiguo zoológico, porque aunque se mantendrá la labor de conservación y divulgación no se hará lo propio con la de investigación, tal como denunció ayer el patrono científico de la Fundación, Alberto Sendra. La gestión de la colección será competencia del consistorio.

Esa fue la razón por la cual votó en contra de la solución municipal el pasado martes, propuesta por el vicealcalde, Alfonso Grau, que finalmente se aprobó por 5 votos a favor y 4 en contra. Entre estos últimos se encontraba el de Sendra, que indicó que el fin de la investigación "supondrá la liquidación de hasta cinco importantes proyectos: sobre la fauna del medio subterráneo de Alicante, sobre la biodiversidad en la C. Valenciana, sobre la distribución de un arácnido que está considerado uno de los pocos peligrosos de España, sobre las libélulas y sobre las cavidades de Alicante".

Sin embargo, la oposición de Sendra a la solución municipal no es frontal. Según el investigador, se trata de una opción "excelente", ya que según él "la parte de divulgación y conservación quedan totalmente garantizadas por el ayuntamiento, que siempre ha velado y apoyado el museo". La importanci del museo radicaba, para Sendra, en que era una instalación que cuidaba tres ramas: investigación, conservación y divulgación en el ámbito del estudio de los invertebrados. Ahora se perderá la primera de ellas. "Es una lástima porque el museo tenía una proyección importante en cuanto a i+D como demuestran los trabajos realizados para las administraciones y empresas privadas".

El futuro de los empleados

Otro de los aspectos que preocupan a Sendra es el futuro de los cuatro empleados que trabajan hoy en la fundación. La liquidación de la misma, para cual este mes se elegirá a un técnico municipal que gestione la disolución de la entidad al no haber ayer acuerdo en el patronato, determinará "en qué situación quedarán los cuatro empleados que hay ahora". Para ese puesto de liquidador, el patronato propuso a Martín Quirós, hasta el momento presidente delegado del Consell en la Fundación, pero no hubo unanimidad. "Después de la votación sobre el traslado de la colección, si no había unanimidad no iba a aceptar", indicó ayer Quirós, que señaló que desconocía el porqué de los votos negativos.

De todas formas, Quirós está "satisfecho". Aunque ayer inquirió a Grau sobre si habría dinero para el museo en los próximos presupuestos y éste le contestó que no lo sabía, el exdiputado popular aseguró que el traslado a Viveros "es la mejor opción": "Estamos muy agradecidos al consistorio".