Decenas de vecinos del barrio del Cabanyal-Canyamelar volvieron a salir ayer a las calles con escobas y recogedores para hacer una limpieza reivindicativa. Ya en enero hicieron un primer acto de este tipo para denunciar la "dejación" del ayuntamiento "que permite que la suciedad se acumule a lo largo de días sin que los servicios de limpieza, ni ningún tipo de inspección le pongan remedio".

También criticaban la "actitud incívica de algunos vecinos que al parecer no sienten ningún aprecio por este barrio" refiriéndose a la basura que la gente tira en las calles.

El vicepresidente de la entidad vecinal, Vicente Benlloch, explicó ayer que "tras la primera jornada de limpieza popular hubo una respuesta visible del ayuntamiento y durante un par de semanas se empezó a ver el servicio municipal a diario, pero luego volvimos a ver a los barrenderos una vez a la semana o como mucho dos". Para la asociación "esta limpieza es insuficiente, no está a la altura de una ciudad como Valencia".

Benlloch apuntaba que "también pasan las maquinas de limpieza, pero tienen una eficacia escasa. Se dejan basura debajo de los coches, en las aceras, no pueden pasar por mucho huecos y se acumula de forma importante". Del mismo modo, criticaron los hábitos de algunos conciudadanos. De hecho colgaron varios carteles críticos al respecto, en los que pedían a los vecinos que no permitan a sus perros hacer sus necesidades en las calles.

También pedían a sus dueños que no usen las aceras como urinarios públicos. "Nos hemos sorprendido además de la gran cantidad de colillas que hemos recogido", indicaba Benlloch.

Desde la asociación, su vicepresidente aseguró que "probablemente hagamos otra limpieza simbólica en cuantos pasen las fiestas de Semana Santa".