Si moguda ta conciencia/ este prec meu algo val/ per la teua omnipotencia,/ fes que moga la manal./ Mostrant ton perdo suau, / fes que l ´aigua ixca/ i que en tot Lliria revixca/ ton voler i Santa Pau./ Creixerà i minvarà / però per a beure/ no en faltarà», cuenta la tradición que dijo San Vicente Ferrer en Lliria el año 1410.

Desde la colonización romana, Llíria bebió y regó con abundancia de una fuente cercana al pueblo. Una fuerte sequía dejó sin agua la fuente, que daba de beber al pueblo y sus tierras. El Consell de Llíria envío representantes a Alzira donde estaba San Vicente predicando, quienes explicaron al fraile dominico la grave sequía que sufrían y las nefastas consecuencias para todos.

Marchó con ellos el santo, posponiendo su intención de encaminarse hacia la Vall d´Albaida. Llegado a Llíria, predicó y mandó que todo el vecindario ayunara durante tres días seguidos, al final de los cuales marcharon en romería a la fuente agostada, la que bendijo, instante en el que de ella volvió a surgir grandes cantidades de agua.

La oración que para la ocasión compuso el mismo San Vicente allí dejó ordenado que se leyera todos los días en las misas mayores del pueblo. La fuente nunca más se ha vuelto a secar, de ella surgen frescas y cristalinas aguas. Hoy día es el centro de un bonito paraje popular. Desde entonces, recibe el nombre de la Font de Sant Vicent y junto a ella fue construida una ermita en su honor y recuerdo de tan prodigioso hecho, muy popular y querido por los llirianos, frecuentada a diario, y especialmente los fines de semana, en Pascua y san Vicente, incluso en las fiestas de San Miguel.

Para los días pascueros de San Vicente se rememora aquella romería histórica y se organiza grandes festejos, mucho mejores que los que Valencia tributa al santo, actos de todo tipo, muy populares. Este año ha sido invitado a participar en ellos al Obispo de Vannes (Francia), en cuya Catedral reposan los restos mortales del santo valenciano.

Del milagro hay abundantes documentos y relatos, siendo el más popular el Miracle de la Font de Llíria, que es probablemente el más antiguo de todos los que se han conservado hasta el momento en el repertorio de estos teatrillos infantiles de temática vicentina callejeros tan característicos en la historia del teatro valenciano junto con los Misteris de Corpus.A pesar de su antigüedad, su texto impreso más antiguo es del siglo XIX.

Hace dos años, Llíria celebró el Any Vicentípara festejar los 600 años del Miracle de la Font de Llíria y siendo la Villa la Ciudad de la Música entre los actos realizados estuvo el estreno de un poema sinfónico titulado Els miracles de sant Vicent, del compositor Raúl Martín Niñerola, estreno que corrió a cargo de la Banda Primitiva de Lliria.