El último verano con clases de repaso

Estudiar en julio y agosto, dar clases de refuerzo en vacaciones y el temor al mes de septiembre, se ha terminado. Y esta vez para todos. Hasta ahora, la medida de adelanto a julio de los exámenes de recuperación afectaba sólo a los universitarios aunque, desde este año, también a aquellos alumnos de 2º de bachillerato que decidían presentarse a las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU). Los últimos en sumarse a esta nueva normativa serán los alumnos de la ESO de la Comunitat Valenciana que, a partir del curso que viene, harán sus exámenes de segunda convocatoria en julio.

Desde la Consellerida de Educación defienden que ven en la medida «grandes beneficios como la mejora de los resultados académicos, el adelanto del inicio de curso, la planificación anticipada de los grupos y horarios y el ahorro de las familias en clases particulares durante el verano».

Por otro lado, los sindicatos docentes rechazan la pretensión de conselleria de adelantar el inicio del curso y han pedido que se retire el decreto que permite adelantar los exámenes de septiembre a julio porque afirman «no hay datos objetivos que demuestren una mejora de los resultados por lo que la comunidad escolar se opone».

El adelanto de los exámenes de selectivo a julio ya se está notando, sobre todo en las academias de repaso que aprovechaban el verano para ingresar sus cifras más elevadas. «El verano siempre ha sido nuestra temporada alta, facturábamos más y triplicábamos la plantilla de profesores» apunta Maite Guillén, directora de la academia Instituto de Orientación Educativa JM.

En verano, más del 50 % de los alumnos de esta academia se preparaba el selectivo de septiembre, pero este año no han tenido ninguno. «Ya han hecho los exámenes en julio, así que no les ha hecho falta apuntarse para estudiar en verano. Si se adelantan también las recuperaciones de la ESO tendrá efectos pedagógicos negativos para los alumnos por la falta de tiempo para prepararse», apunta Maite Guillén.

Desde la academia Gallart Ricau también reconocen el descenso de casi un 80 % de los alumnos apuntados durante la época estival. «Este verano las cifras han sido muy malas, pero el año que viene serán aún peor porque si los exámenes de la ESO van a ser en julio, evidentemente desaparecerán los repasos de verano», asegura el director del centro, Melchor Gallart. «Es una decisión muy ilógica porque en dos o tres semanas desde que se acaba el curso hasta los exámenes de segunda convocatoria van a tener muy poco espacio para recuperar materias tan densas como química, física o matemáticas», señala.

Otras academias de Valencia también confirman que la ausencia de alumnos ha sido más que notable y muchas se preguntan cómo preparar una prueba en tan poco tiempo. «Ya no se apunta casi nadie en verano y como se apruebe en todas las enseñanzas nos veremos obligados a cerrar los tres meses de verano», asegura una profesora de academia.

Profesores particulares

Jaime Sánchez es estudiante de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad Politécnica de Valencia y aprovecha su tiempo libre para dar clases particulares a universitarios y a estudiantes de instituto.

Después de tres años seguidos dando repaso, este ha sido el primer verano en el que no ha podido contar con el dinero extra que le proporcionaban las clases particulares. «En verano preparaba a estudiantes para las recuperaciones de septiembre, pero ahora, como los han hecho en julio, no he tenido alumnos porque sus exámenes coincidían con los míos», cuenta Jaime. Sofía Ramos, titulada en un grado superior de formación profesional, también da clases a niños de primaria y de la ESO. «Cuando se acerca la fecha de los exámenes de septiembre se amplían las horas y los días de repaso. Pero si ponen en julio, los niños irán mucho más saturados y será más difícil dar el temario completo en tan solo unas semanas entre el final del curso y los exámenes de julio», afirma Sofía.