Las enormes dificultades que siempre han existido para sacar adelante el proyecto del Parque Central de Valencia se agrandan cada día más según se van conociendo datos de inversión y se alarga la crisis presupuestaria de las administraciones públicas. Una vez descartado el túnel pasante y atendiendo a la opción más barata presentada por el Ayuntamiento de Valencia, el soterramiento de la vía y la construcción de la nueva estación central no bajan de 1.000 millones de euros, una cifra que sigue siendo muy elevada en la actual coyuntura económica. Aún así, la alcaldesa de Valencia no pierde la esperanza de desbloquear esta obra. De su reunión del miércoles con la ministra de Fomento, Ana Pastor, arrancó al menos el compromiso de que en un par de semanas viajen a Valencia los presidentes de ADIF y Renfe para estudiar «in situ» la viabilidad del proyecto y las posibles vías de financiación.

Muchos fueron los temas que Rita Barberá trató en Madrid y, por los resultados, asegura que vuelve «relativamente contenta». «El primero» fue el del Parque Central, tanto en lo referente al soterramiento de las vías, que ocupan con la estación provisional del AVE el 60 % de la superficie, como al crédito con el que ha de costearse la realización del otro 40 %, que está despejado urbanísticamente hablando y resuelto en cuanto a diseño por el proyecto de Kathryn Gustafson.

Y en esto hubo una de cal y otra de arena. Lo del crédito parece que sale adelante, pero el soterramiento de las vías se antoja complicado. Según explicó Rita Barberá, ante el elevado coste de la obra y una vez descartado el túnel pasante que debía cruzar la ciudad hasta salir por el norte hacia Castelló, el ayuntamiento propuso un proyecto menos ambicioso para lo que es el Parque Central propiamente dicho. En concreto, sugirió la idea de quitar una de las dos alturas de la estación central diseñada por el arquitecto César Portela y a la vez reducir la profundidad a la que debería ir el canal de acceso, es decir, el túnel por el que llegarían los trenes a la estación.

Compromisos

Pero aún así, el precio sigue siendo muy alto. En la reunión con Ana Pastor le confirmaron que esa opción no baja de los 1.000 millones de euros, una cantidad muy elevada antes de la crisis y mucho más ahora. Aún así, la alcaldesa arrancó un compromiso a los responsables de Fomento y, según anunció ayer, «dentro de semana y media o dos semanas» viajarán a Valencia los presidentes de ADIF y de Renfe para ver con sus propios ojos la importancia de la obra y evaluar su viabilidad y sus posibles vías de financiación. Y es que de no salir adelante, el 60 % del Parque Central, ahora ocupado por las vías y la estación provisional del AVE, nunca podrá realizarse.

En esa visita también se abordará, según la alcaldesa, el soterramiento de las vías de Serrería, es decir, el soterramiento del tramo de vía que va desde la salida del túnel de Serrería, a la altura del viejo cauce del Turia, hasta la autopista de El Saler. Esa obra, que haría desaparecer el puente ferroviario que atraviesa el viejo cauce y corta la conexión de la ciudad con el puerto a través del PAI del Grao, es, según Rita Barberá «vital para el corredor mediterráneo y también para el AVE».

El Gobierno, de hecho, ya ha habilitado 4 millones de euros para empezar los estudios y la redacción del proyecto, pero el ayuntamiento quiere que la obra se agilice «lo máximo posible». «Estudiarán todo esto, nos darán datos y verán cómo están las cosas», aseguró la alcaldesa.