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Oposición en la Universitat

Vicent Martínez no da tregua al rector Morcillo

La candidatura que perdió las elecciones de la Universitat se proyecta como colectivo crítico el día de la toma posesión del equipo rectoral - Forzará claustros «para impedir decisiones sin debate»

Vicent Martínez no da tregua al rector Morcillo Levante-EMV

El pasado miércoles a las 13 horas tomaba posesión el equipo rectoral de la Universitat de València con que Esteban Morcillo ganó las elecciones del pasado 20 de febrero con el 59,5 % del voto ponderado. Entre las más de 100 personas decanos, directores de departamento, profesores y representantes del Personal Administrativo y de Servicio, etc... que aplaudían en la sala de juntas del rectorado el discurso en el que Morcillo llamaba al consenso y al diálogo, sobresalía la ausencia del candidato derrotado, Vicent Martínez. El catedrático de Astronomía y Astrofísica, que cosechó el 40,5 % de los votos en los comicios, explicó ayer que no acudió «porque no me invitaron». Este gesto es para Martínez «un matiz que demuestra por donde van los tiros del equipo de Morcillo: ignorar a cualquier alternativa».

Martínez había convocado para ese mismo miércoles, seis horas después de la toma de posesión, una reunión para constituir un colectivo crítico dentro de la Universitat en el que proyectar «el espíritu de cambio de rumbo» liderado por su candidatura. «Tras analizar los resultados electorales, en los que cuatro de cada 10 votos respaldaron nuestras propuestas, nos parece de responsabilidad coger el testigo y continuar», señala.

A dicha reunión, que tuvo lugar en la sala de juntas de la Facultat de Ciències de l'Educació, fueron convocadas según Martínez «una serie de personas concretas» con el fin de forjar el núcleo fundacional de un espacio «abierto, transparente y plural, en el que se pueda ejercer la crítica (y la autocrítica), así como el intercambio de opiniones, en contraposición a la política comunicativa institucional que es demasiado autocomplaciente y laudatoria».

Plataforma «Calen Veles»

En línea con la metáfora del cambio de rumbo, el nuevo colectivo crítico en el que ya se han integrado «más de 50 miembros de la Universitat, la mayoría de ellos profesores», asegura Martínez, toma el nombre de «Calen Veles», el último verso de un poema de Joan Salvat-Papasseit («Nocturn per a acordió») cantado por Ovidi Montllor.

Además de la apertura de una página web prevista para después de las vacaciones de Semana Santa, «Calen Veles» quiere impedir, argumenta Martínez, que «se sigan tomando las decisiones sin debate». Para ello esta plataforma recurrirá a la petición de Claustros extraordinarios para «temas importantes» , algo que técnicamente se puede forzar si lo reclaman el 10 % de claustrales. «Esto es posible con 30 firmas de miembros del Claustro, y en "Calen Veles", las tenemos de sobra», asegura.

Martínez pone como ejemplo de lo que quiere evitar con estos claustros el acuerdo«unilateral» aprobado por Consejo de Gobierno de la Universitat de iniciar los trámites para impartir dentro de dos cursos el Grado de Ciencias Gastronómicas. «A lo mejor no toda la comunidad universitaria ve adecuado que se impulse esta titulación. Se trata de una decisión, que quizás sea buena, que es importante porque consume recursos y, por tanto, es necesario debatirla».

En cuanto a la falta de actuación de la Universitat ante dos informaciones publicadas en exclusiva por Levante-EMV este curso, el presunto plagio de tesis doctoral del ex conseller de Sanidad y ex diputado en el Congreso del PP, Manuel Cervera, y la acusación de una doctora en Filosofía a otra de aprobar su tesis con favores sexuales a un catedrático, Martínez apuesta por «una política comunicativa muy transparente y muy clara».

«No se debe esperar a que haya una denuncia formal, hay que adelantarse: Lo que publica la prensa también es una forma de denuncia social y no hay que ignorarlo», recalca. No obstante recalca que, de demostrarse que ha habído irregularidades, se trataría de «casos aislados» que «no desprestigian la calidad de las tesis y la excelencia de nuestros doctores». Aún así, su opinión, es que la Universitat debería ser más clarificadora ante estas cosas extrañas».

Martínez, a diferencia del rector, no elude pronunciarse sobre la actitud de los tres profesores de la Universitat que impulsaron o colaboraron junto con Barret Films en la elaboración del falso documental histórico «Els fills de puta de Benimaclet», que fue difundido desde la productora como una noticia aunque los sucesos que narraba eran ficticios pero sostenida como verdadera por el profesor Pau Rausell cuando un periodista de Levante-EMV lo llamó para contrastar la información.

«Alguien se ha equivocado por parte de la Universitat y, queriendo emular el falso documental del 23F de Jordi Évole, ha cruzado una línea que nunca se tenía que haber traspasado», señala. «Mi opinión continúa es que ante las preguntas de un periodista, la obligación de un profesor universitario es ser muy sincero».

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