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Divagaciones

Un discurso contra las palabras huecas

Un discurso contra las palabras huecas

Fue domingo cuando puse la radio y escuché el discurso del president. El famoso cuadro «La rendición de Breda» me vino de nuevo a la memoria. La dignidad y humildad de Ambrosio Spínola la vi reflejada en el president. No había en sus palabras ni acusaciones ni rencor. Había una exposición clara que abarca el sentir de este pueblo que espera el devenir de una nueva política. Una política que resuelva los problemas y afronte nuestras esperanzas. Este antiguo reino empobrecido tiene las arcas muy vacías: «La Comunitat Valenciana és la més endeutada d´Espanya. En 1995 cada valencià tenia un deute autonòmic de 1.622 euros, avui cada valencià deu 7.522 euros".

La proclamación de su firme fe en la democracia y en el autogobierno me hizo sentir la voz de un president al que yo quería seguir escuchando€ «€ Respecte i contenció presidirán els meus actes. El respecte a este parlament i a les seues forces polítiques. El respecte a la llei. El respecte a les virtuts cíviques€». Me subyugó cuando dijo: «No hi ha futur sense memòria, ni memoria sense justícia». En esa memoria está Jaime I, admirado porque estableció fueros; Vinatea porque retaba al despotismo; los agermanados porque luchaban por la libertad y la justicia€ y tantos otros y tantos hechos que hicieron de nuestro pueblo un pueblo grande y digno.

Diputada Punset, para representar a un pueblo, un político tiene que conocer, sentir y amar la comunidad que representa. La vista fija en lo que solo sirve para «triunfar» es débil, porque se aleja de la cultura, como dice el president: «No sé si hi ha vella o nova política, no sé si ha vella i nova democràcia. Però si sé que la millor democràcia és una democràcia culta. Si sé que la millor política és una política culta». Y estoy segura que el valenciano que el president representa no es un peligro. Somos un pueblo bilingüe; cuanto más lenguas se dominen, mejor, porque estructuran la mente. ¡Qué pena del latín olvidado€!. No me gustan las imposiciones de ningún tipo y espero que el valenciano y el castellano caminen juntos. «La aldea€» ,¿se refiere a la aldea global? «La cultura i les llengúes en que s´expressen les manifestacions culturals son la millor carta de presentació d´una societat al món».

Las palabras fluían y se ceñían a nuestra historia proyectando su futuro: «L´autonomia dels valencians no és un invent contemporani... La revitalització de la nostra democràcia passa per la transparència».

«€ Estic convençut que la Comunitat Valenciana és un projecte col·lectiu, que es construeïx des de posicions diverses, sovint enfrontades; però totes legítimes; perquè això és la democràcia».

«... No será fácil fer-ho tot i tampoc serà senzill fer-ho ràpid. Govern sòlid, plural, coherent, dialogant, obert, col.laboratiu€» No lo tiene fácil el president. Sus compañeros de viaje apuntan un cierto nerviosísimo y algo parecido a la animadversión. No sé, como si estuvieran enfadados con la vida. El rencor y la ambición desmedida ciegan la política real.

«Paraules como democràcia, memòria, justicia, convivencia, drets, respecte, dignitat, solidaritat, no discriminació, laïcisme€ son paraules que conformen els meus ideals. La política necessita que les nostres paraules tinguen validesa€».

Sí president, estamos cansados de palabras huecas.

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