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Regulación

El consistorio controlará las condiciones en que se hallan los perros en los balcones

La nueva ordenanza que prepara Glòria Tello busca aunar la «convivencia vecinal con el bienestar animal» y vigilará los procesos de venta de especies

El consistorio controlará las condiciones en que se hallan los perros en los balcones

La concejalía de Benestar Animal trabaja ya en el borrador de la nueva Ordenanza Municipal sobre la Tenencia y Protección de Animales, que incidirá en la regulación de la venta de mascotas, así como en las condiciones en las que éstas se encuentran en las tiendas. El objetivo, además de evitar el comercio ilegal de especies, es controlar aspectos como el tamaño de las jaulas o los expositores para preservar que se cumplen las medidas de seguridad e higiene. Desde la delegación de Glòria Tello (Compromís), se quiere actualizar una normativa local desfasada, que viene arrastrándose desde el año 1991.

Conscientes de los cambios operados en la sociedad en las últimas dos décadas, especialmente en cuanto a la concienciación y el respeto para con los animales, la meta es que el personal de estos establecimientos «tenga la formación adecuada». Los referentes ahora en cuanto a leyes «al día» hay que buscarlos en el ámbito estatal o el autonómico. Otro de los puntos en los que se trabaja en la «regidoria» de nuevo cuño es «en garantizar la convivencia entre las personas que tienen animales, y las que no». Se refiere a establecer unas normas que regulen aspectos como la tenencia de animales en balcones o terrazas. En ese punto, inciden en la necesidad de que determinadas razas, especialmente por su tamaño, deberían tener un mínimo de espacio. «Se ha de mirar por la convivencia vecinal, y si pueden o no estar tantas horas en espacios pequeños cerrados, así como también por el bienestar de esos animales», apuntan las mismas fuentes de la concejalía. Sin una normativa propia y clara al respecto no se puede actuar de forma rápida y contundente. «Con ausencia de regulación es complicado penalizar económicamente», comentan.

Los controles también se intensificarán en el capítulo de los microchips. En cuanto a las pantallas acústicas del refugio municipal de Benimàmet, que el consistorio planeaba alejar unos metros para evitar que los animales estén tan asfixiados, se quedarán como están. «No se pueden cambiar de lugar porque dejarían de tener su actual efecto», razonan. A cambio se colocará una especie de «tejadillos» que proyecten sombra y evitar así tantas horas de sol. El exceso de animales abandonados, verdadero problema, sólo puede atajarse «educando».

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