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Conflicto

El plan de huertos urbanos de Ribó tensa las relaciones en el tripartito

La Concejalía de Agricultura pregunta cómo se regarán y la de Urbanismo matiza que debe ser reversible

Huertos urbanos de Sociópolis gestionados por el ayuntamiento. fernando bustamante

El plan de transformación de solares municipales sin uso en huertos urbanos impulsado por el alcalde, Joan Ribó ha tensado las relaciones en el gobierno del tripartito (Compromís, PSPV y Valencia en Comú). El avance del plan de huertos urbanos, que Ribó ya ha presentado con buena acogida a la Federación de Asociaciones de Vecinos, y que incluye 85 parcelas repartidas en 30 barrios susceptibles de albergar campos de alcachofas y pepinos, genera dudas tanto en la Concejalía de Agricultura como en la de Desarrollo Urbano. El titular de esta última,Vicent Sarrià, matizó el lunes, tras la comisión de Urbanismo, los términos en que se podrían usar estos solares vacíos, en su mayoría destinados a dotaciones. Sarrià llamó a la «prudencia» y aseguró que se trata de un plan «accesorio» que prevé un uso «transitorio» y que «no puede ser un objetivo en sí».

El objetivo, dijo Sarrià, «es construir las dotaciones previstas» y si en un plazo de cinco años se ve que hay solares que no pueden desarrollarse y hay peticiones ciudadanes, «el ayuntamiento podría facilitar un uso alternativo temporal, ya sea como huertos urbanos o para actividades ciudadanas o culturales. Y es que Sarrià incidió en que «no todos los solares tienen conexión con una acequia o con la red de baja» presión de agua, la que se utiliza para el baldeo de calles. Recordó además que «hay solares que no son cultivables porque son escombreras». En todo caso, recalcó, han de ser «actuaciones reversibles, que se regulen por convenios particulares» para evitar problemas en un futuro.

La propuesta de solares susceptibles de convertirse en huertos la diseñó la concejalía de Patrimonio que gestiona María Oliver (Valencia en Comú) sin consultar a la Concejalía de Agricultura y Huerta. Un fallo de transversalidad que ha generado malestar en esta concejalía de nuevo cuño que dirige Consol Castillo, concejala de Compromís procedente de la formación nacionalista del Bloc, a quien le correspondería ahora buscar soluciones para regar los huertos. «Es impensable que sea con agua potable», subrayaron fuentes de la Concejalía de Agriculura que aboga por otras fórmulas para potenciar la huertas como los mercados de kilómetro cero y la marca de calidad. Los propios agricultores miran con recelo la «moda» de los huertos urbanos, un sucedáneo de la huerta, y reclaman medidas eficaces para hacer rentable la huerta.

El plan de huertos urbanos se ha lanzado en pleno proceso de elaboracion de los presupuestos municipales de 2016, cuando las concejalías pugnan por conseguir respaldo económico para sus políticas.

Las parcelas de la Católica y Jesuitas se quedan fuera

En la propuesta del plan de huertos urbanos anunciada por Joan Ribó no se incluyen ni el solar de Jesuitas ni el que el anterior gobierno del PP cedió a la Universidad Católica en Campanar. La idea es que se cedan únicamente solares que no vayan a tener un uso a corto plazo. El plan de huertos urbanos incluye 85 solares municipales repartidos en 30 barrios: Campanar, Sant Pau, Soternes, La Llum, Favara, Sant Isidro, l´Hort de Senabre, La Punta, Malilla, Grau, Beteró, Fuente de San Luis, Ciudad de las Ciencias, la Malva-rosa, el Cabanyal, Penyaroja, Camí Fondo, la Creu del Grao, Ciutat Jardí, Orriols, Aiora, Torrefiel, Sant Llorens, Ciutat Fallera y Benicalap, así como las pedanías de Poble Nou, Benimamet, Beniferri, Faitanar y Castellar.

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