No fue todo lo terrorífica para los vecinos que podía haber sido pero tampoco se quedó atrás. La noche de Halloween dejó al menos cinco detenidos, 52 reclamaciones motivadas por el botellón y 21 por ruidos en zonas como Ciutat Vella, el entorno de la Ciutat de les Arts i les Ciències (Cacsa) o Benimaclet.

El fuerte dispositivo policial preparado por el Ayuntamiento de Valencia dio sus frutos... hasta que el alcohol empezó a fluir. Conforme avanzaba la noche se complicaba la situación y al final se practicaron cinco detenciones en distintos puntos de la ciudad. Además de un arrestado por hurto en la plaza de la Virgen y otra por lesiones en el barrio de Monteolivete, fue en la zona de las discotecas donde se concentraron los incidentes, según fuentes policiales.

Así, hubo tres detenidos en una pelea en la avenida Cortes Valencianas. Dos jóvenes resultaron heridos y tuvieron que ser trasladados al hospital. Algo parecido sucedió en la calle Doctor Sumsi de Russafa, donde hubo dos heridos por cortes en la cara y heridas en la nariz producidas por un vaso. Fueron trasladados al hospital La Fe.

La Policía Local recibió 26 avisos, además de las reclamaciones por el botellón y los ruidos de las fiestas en la calle. Dos de estos avisos fueron por casos de intoxicación etílica.

La noche fue especialmente complicada en Ciutat Vella y en el entorno de la Ciutat de les Arts i les Ciències. En los barrios más céntricos, plazas como la del Tossal o zonas como Bolsería amanecieron con toneladas de basura que el servicio de limpieza se afanó en retirar.

Algo parecido sucedió en la zona de Cacsa, donde se celebraba un macrofestival de música electrónica que terminó a las 7 horas. Aún era posible encontrar los últimos rezagados entre los operarios de limpieza que se acercaron a la zona a primera hora de la mañana. A lo largo de la noche llegó a haber situaciones complicadas. Los vecinos aseguran que en un momento dado llegaron varias decenas de policías para controlar a los asistentes al festival.

Otros puntos de la ciudad también sufrieron grandes concentraciones de botellón. Uno de ellos fue plaza de España, donde la apertura de una conocida discoteca permitió repetir las escenas de botellón en los jardines centrales de la gran vía. En Benimaclet también fue una noche larga. La plaza del barrio amaneció llena de restos de fiesta.