La Conselleria de Viviendas y Obras Públicas cifra en 15,5 millones de euros la herencia en infraestructuras pendientes de pago hasta 2020 que el anterior gobierno del PP ha dejado en la ciudad de Valencia. Se trata de obras ejecutadas total o parcialmente cuyos pagos aplazados se extienden a lo largo de varios ejercicios presupuestarios.
La principal infraestructura pendiente de pagar, en Valencia, se corresponde con las obras de la línea del metro T-2, en concreto, con el tramo de la avenida Hermanos Maristas, que no se terminará de pagar hasta el año 2020. Las obras de la T-2, una línea que conectaría Orriols con Natzaret atravesando el centro de la ciudad quedó paralizada en 2011. La inversión pendiente de realizar para concluir los tramos pendientes supera los 200 millones de euros. Lejos de invertir en terminar esta infraestructura, la conselleria por motivos de seguridad ha tenido que retirar las vías de este tramo a la altura de la avenida Antonio Ferrandis por el deterioro y abandono de esta línea fantasma. La carga financiera que arrastra la conselleria lastra las inversiones esperadas para la ciudad, entre ellas, el aparcamiento de la plaza de Brujas.
«Nefasta gestión del PP»
Este año la Conselleria de Obras Públicas, cuyos responsables critican la herencia y la «nefasta gestión» realizada por el anterior gobierno del PP, tendrá que hacer frente al pago 2,4 millones de euros por esta obra y otros 2,2 por la última anualidad de las obras de la estación del metro Marítimo-Serrería de la Línea 5, inaugurada en 2007. Ambas obras, sumando los intereses (707.000 euros), supondrán 5,3 millones de euros.
Las obras pendientes de pagar en la Comunitat, algunas inauguradas en 2009, suman hasta 2020 un total de 105 millones de euros (incluidos 12 millones de intereses) cifra equivalente al presupuesto de un año del programa de inversiones de infraestructuras públicas. De esta cantidad, a Valencia le corresponden 15,5 millones de euros hasta el año 2020.
