El Ayuntamiento de Valencia va a dar un importante giro a la política de gestión de espacios verdes de la ciudad. La concejala de Medio Ambiente, Pilar Soriano, asegura que el modelo que el Partido Popular desarrolló en su larga etapa, basado en jardinería ornamental «es imposible de mantener, no solo económicamente, sino también ambientalmente». «El Puente de las Flores es el paradigma y símbolo de aquella política», sostiene la regidora. Sin embargo, el nuevo equipo de Gobierno apuesta por transformar estos parques donde primaba la decoración, a nuevos jardines más sostenibles, aprovechables por la ciudadanía, y en los que se recuperen especies tradicionalmente valencianas.
Soriano explicó a este periódico las líneas maestras de este nuevo rumbo en el política medioambiental de la ciudad. «En general es una apuesta por la sostenibilidad, para que parques y jardines mejoren sus ciclos de agua y de energía, permitiendo además el desarrollo de la biodiversidad local. Apostamos por ejemplo por recuperar el tradicional riego a manta, porque el problema de muchos de nuestros árboles y plantas es que se nutren superficialmente. Por eso cuando tenemos vientos huracanados, muchos de los árboles se caen arrancados de cuajo, sin apenas raíces», explica la concejala de Compromís.
También es un cambio de concepción en los usos de los espacios verdes, explica Soriano: «Por ejemplo, ¿por qué en tantos espacios verdes se apuesta por el césped? No solo tiene un mantenimiento altísimo, sino que además ese espacio, salvo contadas excepciones, apenas lo pueden usar los ciudadanos. Queremos jardines y parques que se puedan usar y pisar, que los niños, y también adolescentes y mayores, tengan motivos para disfrutar, unos jugando y otros desarrollando otras actividades».
Tres tipos de actuaciones
El modelo que propone la concejalía de Medio Ambiente para la nueva jardinería de la ciudad clasifica los espacios libres en diferentes tipologías. Por una parte están los «Jardines y Parques Históricos», como por ejemplo los de Viveros, Monforte, Ayora, Alameda, Parterre, Glorieta, etc. En ellos el discurso botánico «incidirá a buscar la máxima fidelidad de la vegetación con el momento histórico de la creación del jardín».
En los «Jardines de los Centros Históricos» de la ciudad y de sus pedanías se potenciará la jardinería valenciana, «incorporando sus especies botánicas más representativas al mismo tiempo que se recuperarán los trazados tradicionales característicos de este tipo de jardín».
«En estos dos tipos de jardines tenemos la intención de hacer planteles para recuperar la diversidad de plantas ornamentales de la jardinería tradicional valenciana actualmente en desuso y desconocidas en muchos de los casos; razón por la cual, no las podemos encontrar a los viveros», explica Pilar Soriano.
Por último, se definen los jardines de barrios y los que se sitúan entre islas de casas, bulevares o medianeras. «La nueva gestión estará encaminada a conseguir la adecuación de los espacios y la vegetación actual porque puedan cumplir el objetivo de mejorar los ciclos naturales del agua y de la energía; incidir positivamente en la mejora de la calidad medioambiental de la ciudad y permitir el desarrollo de la biodiversidad local», explica la regidora.
En cuanto al arbolado de la ciudad, como ya avanzó este periódico, los planes de la delegación que dirige Pilar Soriano pasan por cuadriplicar el espacio de los alcorques en los que se plantan las diversas variedades e implantar un sistema de riego en profundidad en lugar del goteo. Estos alcorques también dispondrán de un suelo cubierto con la vegetación característica de los prados húmedos mediterráneos con la cual se fomenta la fertilidad del suelo.
