Entre las colaboraciones destacadas de Vinz el artista cuenta la que hizo en 2012 con Mario Testino, uno de los mejores fotógrafos del mundo, que contacto con el a raíz de la polémica surgida por la censura a uno de sus murales, donde se arrancaron las figuras de varios policías, en el festival valenciano Incubarte y con la primavera valenciana como telón de fondo. Viaja constantemente pero siempre vuelve a Valencia, la ciudad «donde mejor se vive, donde tengo mi casa y a mis amigos de toda la vida»
¿Tiene una obra predilecta?
La mejor será la siguiente que haga. No me gusta encasillarme
¿Qué quiere transmitir?
Libertad, justicia, tolerancia... por eso el proyecto en el que estoy trabajando estos últimos años se llama «feel free», que también crítica el consumismo, la opresión y la censura. Me gustaría cambiar el mundo o al menos luchar por hacerlo.
¿Qué muro le gustaría pintar?
Pintar en el ayuntamiento ha sido una gran satisfacción para mi, es el sueño de cualquier artista que invada espacios públicos, poder llegar a pintar en el ayuntamiento de tu ciudad, que además es la tercera de España y donde hay tantos artistas y tanta creatividad y donde también la gente se está yendo fuera porque no se les valora. El arte urbano es global, no competimos a nivel local. Lo que me gustaría de verdad es poder intervenir en los muros más conflictivos del planeta, las zonas calientes de las fronteras más antinaturales, como la de Corea del Norte y Corea del Sur, Belfast, Marruecos, México y EE UU.
¿Hace más murales o piezas de galería?
Va por periodos, ahora estoy con la pintura mural, hace unos meses estuve preparando una exposición para Los Ángeles y antes estuve en Bolonia en un festival urbano trabajando con una técnica distinta sobre paredes. En el ayuntamiento es todo pintura. No hay límites.
