El Roscón de Reyes remonta la crisis y los pasteleros venderán 200.000 unidades

Las ventas del Roscón de Reyes, un dulce que se consolida entre las tradiciones de los valencianos, remonta la crisis. Las navidades han sido más positivas de lo esperado por el Gremio de Panaderos y Pasteleros de Valencia que calcula que las ventas de los productos típicos navideños, desde turrones y polvorones hasta roscones, han aumentado entre un 10 y un 20%. «Se ha notado mucha más alegria entre los consumidores», explicó ayer el secretario del gremio, Vicente Martínez.

Los pasteleros valencianos calculan que en estas navidades los valencianos consumirán 80.000 kilos de roscón real, o lo que es lo mismo que se venderán entre 180.000 y 200.000 unidades de este dulce navideño, del que se venden tres formatos (pequeño, mediano y grande).

Sin embargo, el dulce de Reyes valenciano tradicional no es el Roscón de Reyes sino la «casca». El «gâteau de rois» es un postre importado de Francia, de hecho fue introducido en la Corte por los borbones. La tradición del roscón se fue extendiendo. A la Comunitat Valenciana no llegó hasta hace 50 ó 60 años, pero fue desplazando poco a poco a la tradicional casca de mazapán. Hay obradores que están rescatando la tradición y que intentan promocionar el dulce local, sin embargo, lo cierto es que los valencianos, tras días de excesos y comidas copiosas parecen preferir un postre, dentro de lo que cabe, más ligero que la casca de mazapán, elaborado a base de almendras y azúcar.

El roscón está elaborado a base de harina, huevos, azucar y agua de azahar y se decora con fruta confitada, emulando las joyas reales. En su versión más moderna se rellena con nata, trufa o cabello de ángel.

El Roscón de Reyes que tradicionalmente se comía la noche de Reyes se consume ahora a lo largo de gran parte de la Navidad. El mismo día de Reyes, pero también antes y después.