La Asociación de Vendedores del Mercado Central de Valencia se reivindica en las alegaciones que presentó el pasado mes de diciembre al plan de peatonalización de la Lonja impulsado por el concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, como motor económico de Ciutat Vella y cifra entre 700 y 900 millones de euros anuales el impacto económico del recinto.
El principal espacio de venta al público de productos frescos de la ciudad y también un importante punto de atracción turística peligra, según advierten los vendedores, si se cierra al tráfico rodado el mercado. El mercado, recuerda el presidente de los vendedores, Francisco Dasí, da de comer a 300 familias y genera más de mil puesto de trabajo indirectos. «Si se cierra al tráfico los clientes no vendrán andando como espera el ayuntamiento, irán a comprar a otro sitio y el mercado caerá», advierte Dasí.
Como se ha publicado, la propuesta de peatonalización de la Lonja de Grezzi que empezará a aplicarse a partir de febrero supone una drástica reducción del tráfico en la plaza del Mercat al dejar la avenida María Cristina „principal acceso al mercado central„ con un solo carril para paso únicamente de transporte público, taxis, residentes y clientes del mercado.
Los vendedores, que han convocado movilizaciones en protesta por la propuesta de peatonalización de Grezzi, advierten en sus alegaciones de que el recinto ya ha notado las consecuencias de las restricciones al tráfico en la calle San Vicente y aseguran que las pasadas Navidades «han sido las peores conocidas en ventas».
«A la dilatada crisis de consumo que padecemos, se suman los problemas de accesibilidad y la falta de estacionamiento adecuado para el coche privado junto al Mercado», advierten los vendedores. Los clientes del mercado, argumentan los vendedores, hacen «una compra de peso, por lo que además de transporte público en la puerta del recinto, se requiere de forma inminente la habilitación del aparcamiento de la plaza de Brujas». Una de cada cuatro personas que va al mercado es turista. Los vendedores reclaman que se trasladen las paradas de los buses turísticos de la Lonja a Maria Cristina para liberar espacio.
