Una de las grandes novedades de la reordenación del tráfico de María Cristina y la peatonalización de la Plaça del Mercat es que las terrazas de los bares y restaurantes han bajado a donde antes había un carril de la calzada. Eso despeja completamente las saturadas aceras, que ganan fluidez para peatones. Hosteleros y vecinos agradecen la medida, pues todos tenían la sensación ayer de haber ganado. En muchos municipios es habitual que las terrazas estén en la calzada. j. b. r. valencia