Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Divagaciones

Sobre nada...

Sobre nada...

¿Hay algo que haga sentir más la sucesión del tiempo que un periódico? La noticia que hace días me comunicaron y luego leí en este mismo periódico, sobre el pacto de la AVL con la RACV para sellar la paz lingüística, me dejó perpleja, ¿Qué paz? ¿Dónde está la guerra lingüística si todo el arco parlamentario valenciano acata la normativa de la AVL? Una guerra abierta y declarada que siempre mantuvo la RACV, con esas siglas tan prepotentes, contra la AVL, avalada por aquella política que convenía, con sede propia y subvenciones€ ¿Una declaración negociada al margen de los académicos de la AVL con una institución del antiguo régimen que siempre ha atacado y perseguido a los verdaderos filólogos como Sanchis Guarner€? Se me antoja, como si la Real Academia Española pactara con otra academia que combatiera la normativa oficial del español, ¿qué diría el Gobierno de España, si esta situación se diera? ¿La podríamos ver como una situación normal para la lengua española? ¿Hay coherencia en los políticos valencianos que dicen defender la normalidad del valenciano y pactar con una autoerigida academia donde la mayoría de sus componentes no hablan ni escriben en valenciano? De nuevo me sucumbo en la nada.Creo que todavía somos presos de los agónicos años del franquismo. Todo nos divide y los partidos políticos abanderan lo que creen que les va a dar más votos. El problema de la educación concertada, que no es lo mismo que la privada, no tendría nada que ver con la religión aunque la iglesia y el PP la apadrinen. Son los padres los que libremente tienen que decidir aquello que creen conveniente para la educación de sus hijos. Repaso la Constitución y tomo de aquí y allá: «Se reconoce la libertad de enseñanza€.. Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones€. Los poderes públicos ayudarán a los centros docentes que reúnan los requisitos que la ley establezca». El conseller Marzà, entre otras cosas dice: «Cualquier centro concertado que cumpla la ley no tendrá ningún problema; aquellos concertados que están haciendo una función social igual que otros públicos, o incluso mejor, que los hay, no tendrán problema». (Que así sea)Me detengo cuando sigo leyendo la Constitución: «La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales». Qué lejos ¡Ay! está el sistema educativo en poner en práctica este punto. Las humanidades desaparecen cada vez más, y me temo que la personalidad humana se centre en el fútbol y en los deportes, que está bien, pero es una invasión fomentada por todos los Gobiernos del mundo. Aquello de «pan y fútbol» funciona€ Y de nuevo la nada€ me viene a la memoria unas palabras de Quim Monzó en el discurso inaugural en la feria de Frankfurt: «Haré un poema sobre nada». Un poema que se ha hecho a partir de la nada y que no dice nada. Hablando en serio ¿qué podríamos decir? ¿Qué sabemos en realidad, qué conocemos más allá de nuestra propia incapacidad, nuestro cretinismo, nuestra imposibilidad de ser felices?». Decididamente me sumerjo en la profundidad de la nada.

Compartir el artículo

stats