Su encargo es reconstruir un partido que ha pasado de gobernar 24 años a estar en la oposición con casi todos sus concejales imputados. ¿Por dónde va empezar?
La gestora es un órgano provisional para gestionar una situación temporal. Lo primero que se ha hecho es a nivel interno, aplicar la nueva ley de financiación de partidos y recuperar la dinámica de trabajo de los distritos. Después de los resultados del 25 de mayo, había gente que declaró al PP en peligro de extinción y meses después, aquí estamos. Es un periodo difícil, pero abordamos la campaña con ilusión y con la mirada puesta al futuro.
Su primera prueba de fuego será dentro de apenas 20 días. ¿Qué expectativas tiene del 26J?
Las expectativas son buenas, razonables. No creo que haya nadie que depositara su confianza en el PP el 20D y que ahora tenga motivos para no hacerlo.
¿No ve motivos en contra la operación Taula y la imputación de casi todo el grupo municipal?
Existe un camino de dificultades porque estamos abordando un proceso de renovación. El primer reto será el 26 de junio: esperamos un buen resultado para sentar las bases de un proyecto que tiene ganas de volver a gobernar en 2019. Estas son unas generales donde el peso de las cuestiones locales es reducido. España se juega su futuro en temas como la educación o el empleo más allá que en cuestiones puntuales que, en todo caso, no voy a minimizar porque sería ridículo.
¿Cree que su partido ya pagó el 25M la factura de la corrupción?
En buena medida, sí. Lo que preocupa es hacer un análisis realista. El PP perdió autonómicas por muchos factores, uno de ellos, la corrupción. Tenemos que ser humildes, recapacitar, reconocer los errores, pero también poner en valor las muchas cosas que hemos hecho bien. El PP ha sido protagonista indiscutible del cambio que se ha vivido en la C. Valenciana, en Valencia y en España.
¿Cómo se puede recuperar una alcaldía con la situación tan kafkiana que tienen en el grupo?
Mirando al futuro. La gestión del PP al frente de la ciudad ha sido buena, al margen de errores. Hay que ver la Valencia de hace 24 años y la actual. A partir de ahí abordar un proceso de renovación, que no tiene vuelta atrás. Renovar significa actualizar nuestro discurso, volver a nuestros orígenes, recuperar fundamentos ideológicos; así tendremos opciones de gobierno.
¿ A qué principios se refiere?
A huir de cualquier decisión que fomente la fractura entre la ciudadanía, que es uno de los principales errores del tripartito. Hay que recuperar la política del sentido común, de la normalidad, del diálogo, recuperar el carácter de Valencia como tercera capital de España que ha perdido. Estar de lado de las clases medias, recuperar los principios de la libertad. El mensaje fundamental es el de ´fer i deixar fer´.
¿ Qué lugar tienen aquí la senyera y los símbolos?
Hay que apostar por un nuevo valencianismo, que tiene una parte identitaria, de defensa de nuestros símbolos, pero fundamentalmente, apostar por un valencianismo reivindicativo. Bonig ha ofrecido una política mano tendida para temas como la financiación. Tenemos que luchar para no ser sucursalistas, para que la ciudadanía sepa que puede contar con el PP para ir a Barcelona o a Madrid a defender lo que nos hacen falta
¿Fue un error en su partido agitar el debate identitario?
El error fue que no se identificara al PP como el partido que mejor defendía los intereses de los valencianos. Eso pasa por se capaces de reivindicar con quien sea y donde sea. Nos preocupa las declaraciones de Sánchez, de reconocer la singularidad de un territorio. No queremos se use a Valencia para convertirnos en una versión del proceso de ruptura en Cataluña. El principal error de la clase política catalana es fomentar la fragmentación entre nacionalistas y no nacionalistas. Eso no puede producirse aquí, sería un error garrafal.
La endiablada agenda judicial y los casos de corrupción ¿les deja hueco para su discurso?
Es indudable que la agenda judicial condiciona nuestra acción política. Pero tenemos que ser capaces de sobreponernos y mirar hacia el futuro. Ya solo podemos mirar hacia delante, no hacia atrás y ni siquiera a un lado. Tenemos que reinventarnos, renovarnos, regenerarnos.
¿Qué relación mantiene con los concejales investigados?
Eso no es relevante. En ese país existe presunción de inocencia y está muy devaluada. Ha habido una situación judicial complicada y espero que termine bien. Pero más allá de eso, la posición de la dirección regional es conocida. Lo importante es que la voz del PP se siga escuchando en Valencia.
Con un sólo concejal no parece fácil...
Estamos siendo prudentes por respecto a la situación judicial y a un expediente interno. Hemos de abstraernos en la medida de lo posible del proceso judicial para articular un discurso de oposición. La gestora está organizando y dirigiendo la campaña electoral. Tenemos 682 mesas y 281 colegios cubiertos el 100% .
¿Cree que la crisis en el grupo se ha gestionado bien?
A nadie le enseñan a ser padre ni a gestionar situaciones como esta. Seguro que habremos hecho cosas mal o que se podían hacer mejor.
¿Si Génova no expedienta a los concejales como pide Bonig, es un varapalo a su liderazgo?
No lo veo así. Lo que percibo de la gente es que todo el mundo apoya ese proceso de renovación, que no es de personas, sino básicamente de ideas y de discurso. Lo importante es construir una oferta política para el 26J y para 2019.
¿Cuál es su relación con Rita Barberá?
Nunca he tenido con ella una relación muy cercana, por lo que es la misma de antes. Hablamos de vez en cuando y hay una relación de respeto.
Será la primera campaña sin ella en 24 años..
Más allá de las personas que dirigimos la campaña y de los candidatos, lo importante es la gente de los distritos y esa militancia está trabajando, tiene ilusión. Vivimos un ambiente mucho mejor que el 25 de mayo y que el 20 de diciembre.
¿Barberá sigue teniendo influencia en los distritos?
Lideró un proyecto político que transformó esta ciudad. Claro que está presente, pero prefiero quedarme con la parte buena del trabajo realizado y partir de ahora, pensar en una campaña cercana a la gente. El PP ha pasado demasiado tiempo escondido, queremos pasar página a los problemas judiciales y dedicarnos a construir un buen resultado el 26J y en 2019.
¿Cuál es su plan para reenganchar a los jóvenes?
Sociológicamente el PP tiene más presencia en el voto de más edad. El voto joven urbano está más escorado a las posiciones de Podemos. No somos ni PSOE ni Podemos ni Ciudadanos. Defendemos un proyecto ideológico que no nos cabe, como a otras formaciones, en una galletita china. Por eso es importante el congreso extraordinario donde los liderazgos se van a poder enfrentar. De ahí saldrá la legitimación del liderazgo que representa Bonig y la unidad. Ampliaremos la base sociológico de nuestro discurso y seremos capaces de llegar a los jovenes.
¿Le apetece ser alcaldable?
Es un error plantearse algo tan a largo plazo. Ahora no hay otro objetivo que el 26j. Se dice que los que desembarcaron en Normandía no desfilaron por París. Estamos en ese proceso de renovación en la playa Omaha y esto convencido de que Bonig sí desfilará por los Campos Elíseos. Yo, a título personal, es difícil decirlo.
¿Qué perfil sería el ideal para ese o esa alcaldable en 2019 ?
Si pretendemos una oferta atractiva alrededor de una figura, de un liderazgo, no haremos bien las cosas. Primero hay que sentar las bases del proyecto ideológico, luego equipo y luego las personas.
¿Qué opina de las declaraciones de Cañizares sobre el feminismo y los homosexuales?
Religión y beligerancia política no son buenas compañeras de viaje. Somos un estado de derecho y las leyes protegen sobre todo los derechos fundamentales de mujeres, hombres y de cualquier minorías. No hay nadie por encima de la ley.
En este año ¿qué ha sido lo peor o lo mejor del nuevo gobierno?
Lo peor es que la política de la bici no sirve para ser la tercera capital de España. Todas las actuaciones del tripartito, tanto en la ciudad como en la CV, son contradictorias, han generado confusión y problemas donde no la había. No se puede confrontar, peatonalizar a golpe de macetazo. Falta diálogo, normalidad y sentido común. Hay una política de ensayo y error: los aparcamientos, la subida del IBI, los horarios comerciales, etc. Los ciudadanos somos más normales que este gobierno. Y la verdad me cuesta ver lo positivo....Bueno, para nosotros, lo positivo es aprovechar esta ocasión para que aquellos que nos daban por muertos demostrarles que estamos muy vivos.
