La ciudad se desplazará de oeste a este de forma masiva en la jornada de hoy. Desde primera hora de la tarde está previsto que decenas de miles de personas acudan a celebrar San Juan o el solsticio o, simplemente, aprovechar la ocasión que se le brinda para hacer una hoguera, comer, beber, bailar y cometer algún que otro desmán durante toda la noche en un recinto, la playa, en el que normalmente no se permite por una cuestión de salud pública. Será una noche en la que los servicios municipales se pongan a prueba, desde el tráfico (habrá cortes desde las cinco de la tarde) al transporte público, la seguridad, el voluntariado y las brigadas de limpieza.

La propaganda institucional insiste en el consejo de disfrutar y no convertir la noche en un descontrol etílico, algo ciertamente difícil de conseguir, puesto que el la ordenanza municipal sí que permite esta jornada como apta para el consumo público „un botellón autorizado„. Pero, entre las medidas que se tratarán de tener en consideración está la de evitar la venta ambulante.

Además de la enorme franja costera al norte del puerto (Malvarrosa, Cabanyal), también habrá fiestas en la parte sur, a partir de Pinedo, pero en este caso estará terminantemente prohibido el encendido de hogueras.

Para los que quieran algo más tranquilo, la banda municipal ofrecerá hoy, desde las 20.15 horas, un concierto en los Jardines del Palau y mañana, viertes, a las 23.00 horas, en la plaza de la Mare de Déu de Valencia, estrenará otro de carácter extraordinario dedicado a San Juan.

Mientras esto sucede, el alcalde Joan Ribó se ha sumado a la comitiva oficial y a los miles de falleros que se encuentran en Alicante celebrando las Hogueras.