El portavoz del grupo Popular en el Ayuntamiento de Valencia, Eusebio Monzó, aseguró ayer que la decisión de la Junta de Gobierno Local de restablecer en sus puestos a los asesores «investigados» en la Operación Taula «repone una injusticia cometida con ellos por parte del alcalde Joan Ribó y los concejales del tripartito».

Los asesores volverán a sus puestos después de que los tribunales dieran la razón a uno de ellos, Luis Salom, y el consistorio se negara a seguir pleiteando por la vía contencioso administrativo por el alto coste del proceso.

«El señor Ribó se ha visto obligado a corregir su cacicada» después de que una sentencia judicial le dejará claro que la medida que había adoptado contra los asesores y funcionarios «era claramente contraria a derecho y utilizada en fraude de ley», explicó Monzó.

A su juicio, la suspensión de los trabajadores del Grupo Popular «ha sido un abuso de poder y una muestra de cobardía del alcalde y el tripartito», aparte de que «solo perseguía menoscabar y acallar la labor del oposición del partido con mayor representación en el Ayuntamiento de Valencia».

Los principios democráticos del acalde Ribó y sus concejales «han quedado en entredicho», señaló Monzó, «porque aprobaron unos expedientes disciplinarios injustos cuando sabían que con toda probabilidad eran ilegales».

En consecuencia, el Grupo Popular considera que el acalde y los concejales que aprobaron la suspensión de asesores y funcionarios «tienen ahora que dar explicaciones y asumir la responsabilidad de unos acuerdos, que como ha quedado claro en la sentencia, no se sustentaban en ningún informe jurídico que los avalará».

Además del perjuicio causado al Grupo Popular, Eusebio Monzó cree que se ha producido un daño al ayuntamiento y a los valencianos, «porque el señor Ribó ha dedicado recursos públicos para mantener su persecución personal y antidemocrática contra quienes le incomodan por ejercer sus funciones de control del gobierno municipal».

Por último, el portavoz popular ha pedido que el alcalde y los concejales del tripartito, además de dar explicaciones y asumir responsabilidades, se disculpen públicamente «por la decisión dictatorial que adoptaron».